Amy
Esa mañana me levanté realmente asustada, pero yo era fuerte, y sabía que no podía haberles pasado nada a mis amigas, o al menos eso pensaba, intentaba creerlo.
No tenía ganas de levantarme de la cama, sin embargo, pensé en ellas, y no les gustaría verme así, siempre soy muy activa, no podía quedarme allí, mucho menos un día de clases.
Aún era temprano así que hice todo con mucha calma, me duché, desayuné, lavé mis dientes, me vestí, me peiné, me retoqué con algo de labial y cogí mi mochila para ir al insti.
[...]
Cuando llegué noté que todos estaban cerca de la cafetería, es cierto que soy curiosa, pero ese día realmente no tenía deseos de estar chismeando por ahí, además, sin Ivie y Nath, no tenía gracia.
Pronto comenzaron las clases, me dirigí al salón de biología, y luego al de matemáticas, después a la biblioteca y llegó la hora de literatura. Sip, literatura, lo que significaba tener que compartir espacio con Lucas, y no solo eso, sino además, comenzar a hablar con la profesora sobre cómo iba nuestro proyecto (que ni si quiera habíamos empezado) así que me fui inventando unas cuantas mentirillas no muy grandes. Como que habíamos comenzado a hacer hasta un gráfico, mmm ok, un gráfico en literatura era algo raro, mejor le diría que estábamos escribiendo nuestro propio libro, sí, esa sería la mentira perfecta, después ya veríamos como hacerle creer que lo del libro no funcionó, o que por accidente todo se borró, tal vez se quemó la computadora, yo qué sé, ya veríamos. Me apresuré por el pasillo para tomar asiento al final como era de mi gusto, y para tener algo de tiempo para charlar con Lucas sobre la pésima pero creíble mentira que había idealizado.
WOW, SOY UNA MALDITA ZORRA MENTIROSA. Claro que no superaba a la mejor amiga de mi prima, Jude Derry, que aunque no era su verdadero nombre, era por el que le gustaba que la llamaran.
Oh, si, se me olvidó mencionarles que soy prima de Artie, ajá, la chica que juega el papel de tonta en gran parte en la historia de los Perfectos Mentirosos, aunque ella también se había convertido en una de ellos yo pasaba su nivel, habían muchas cosas que ocultaba y que ni si quiera la familia que me había criado después de la muerte de mis padres sabía.
Bueno ok, esta no es ninguna otra versión de la historia de los Perfectos Mentirosos, ni una continuación ni mucho menos, solo..., quise hacerles saber que era parte de la historia de Artie, aunque no tenía nada que ver con el resto, pero claro, como nadie nunca se había enfocado en ella por estar siempre pendientes de Aegan, Adrik, Alexaindre o Jude tal vez hasta Owen, no podían saber de mi existencia.
Jsjshakd pero bueno, siguiendo en mi historia... Me asomé a clase de literatura y mi corazón estalló al no ver a Lucas por ningún lado, no tenía ganas de entrar yo sola, mucho menos de mentir yo sola, podía meterme en un lío YO SOLA, y no estaba dispuesta a eso por salvarle el pellejo a ese estúpido.
Así que, tras salir del salón a paso apresurado, intentando que nadie notara mi ausencia,me dirigí a las canchas a coger un poco de aire fresco, luego de la clase de literatura teníamos un intervalo para almorzar y luego tal vez podría marcharme a casa, eso dependía del profesor de deportes, con el que tenía clase hoy pero al que no había visto hasta el momento.
Estaba aburrida, así que decidí escribir en un pequeño Diario que llevaba conmigo desde que era niña, durante el viaje desde Cuba cuando tenía 8 años, no lo solté, sin embargo, no escribía desde aquel entonces.
"Querido diario:
Hace mucho no escribo, ya tengo 16 años y a penas recuerdo mi país natal, luego del viaje comencé una nueva vida, intenté olvidar el pasado, y aunque tenía solo 8 años aprendí a superarlo con el tiempo.
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No puede ser amor.
Teen FictionLa vida de Amy Brown no fue nada fácil. A los 8 años perdió a sus padres en un accidente de tránsito, y desde entonces, todo ha sido complicado. Dejarlo todo, su casa, sus amigos de la infancia, el lugar donde había nacido para viajar muy lejos do...