Amy
Lucas se encontraba sobre mí y yo no hacía más que aferrarme a su espalda y a su cabello. Aún llevábamos ropa, pero sabía que no sería por mucho. Al principio, no estaba segura de estar lista para el paso que daría, sin embargo, me dejé llevar por las emociones.
Mi respiración agitada y llena de satisfacción parecía aumentar su evidente deseo, haciéndome levantar los brazos para que me retire la camisa que me había prestado, quedándome solo en bragas, ya que no tenía puesto brasier.
-Amy, has hecho esto antes?-preguntó agitado.
-Yo...-hablé con la respiración entrecortada y algo de vergüenza-No, pero quiero que sea ahora, contigo-respondí llenándome de valor y Lucas me dedicó una preciosa sonrisa.
Los besos feroces volvieron, y fueron descendiendo nuevamente por mi cuello hasta llegar a mis pechos, donde succionaba provocándome olas de placer.
Sus manos se ubicaban en mi cintura, en la que no se mantuvieron mucho, ya que de igual manera iban descendiendo hasta llegar a mi parte íntima, donde comenzó a masajear a través de la tela tal y como lo había hecho antes, en la piscina.
De entre mis labios se escapan gemidos que hacen eco en la habitación.
-Si sigues haciendo esos ruidos me va a resultar inevitable detenerme-rió.
-Pues supongo... que no... podrás... detenerte...-respondí igual de graciosa con respiración entrecortada.
Luego volvió a besarme, esta vez de una forma feroz, pero apasionada, como nunca lo había hecho antes.
Mientras nuestros labios danzaban, retiré su short y quedó en bóxers. Pronto aumentó la rapidez de los masajes en mi clítoris aún a través de la tela, haciendo que mi interior palpitara de deseo.
-Lucas... por favor...-solté entre gemidos, necesitaba sentirlo dentro de mí.
-Lo siento, no te escuché-rió por lo bajo-podrías repetirlo para mí?
-He dicho... que... termines con esto-le susurré al oído en lo que bajaba sus bóxers y tomaba en mis manos su entrepierna, masajeando cada vez más rápido.
-Amy...-gimió de placer.
-Ya... lo has... entendido?
-Perfectamente-afirmó y tomó el control de la situación, bajó mis bragas haciendo que suelte su entrepierna-abre las piernas-me dijo, a lo que obedecí de inmediato-Nunca te haría daño, lo sabes cierto?-preguntó y asentí con mi cabeza-pero esto va a dolerte.
-Podré superarlo-le dije y apareció en su rostro antes preocupado, una de sus hermosas sonrisas-solo... hazlo.
El chico cogió un condón que había en su mesa de noche a la izquierda de la cama y se lo colocó, de apoco fue adentrándose en mí.
-Lucas... duele...-gemí
-Lo sé amor, te advertí.
-Si lo haces de una vez será... más... rápido-dije comenzando a gemir otra vez al notar que aumentaba la velocidad.
-Estás segura?
-Ohhh Lucas...
-Mejor, cielo?
-Vas... a dejarme... sin caminar... una... semana... ahhhh...
-Amy... te mueves... cómo si hubieras hecho esto toda tu vida...
-Tengo... 16 años... tan mal lo hago?
-Oh dios, te vez hermosa... desde... aquí arriba...
-Sugieres un... cambio?-me coloqué encima.
-Vaya, eres hermosa de cualquier... manera-gimió de placer.
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No puede ser amor.
Teen FictionLa vida de Amy Brown no fue nada fácil. A los 8 años perdió a sus padres en un accidente de tránsito, y desde entonces, todo ha sido complicado. Dejarlo todo, su casa, sus amigos de la infancia, el lugar donde había nacido para viajar muy lejos do...