Amy
8:00PM exactamente, ni un minuto más, ni uno menos, Alex me esperaba a la puerta de mi apartamento, normalmente era un chico apuesto, y hoy, su ropa deportiva lo hacía ver aún más hermoso de lo normal. Llevaba unos pantalones grises y un pullover ancho del mismo color, acompañado de unos hermosos tenis blancos, como los que acostumbro ponerme.
-Amy, estás hermosa-dijo como si hubiera visto lo más maravilloso del mundo. Solo me había puesto un vestido blanco y verde que me hacía algo de cuerpo acompañado de mis Nike blancos.
-Hermosa yo?- no pude evitar soltar una carcajada a pesar de que me gustara su comentario, cómo iba a ser hermoso un desastre como yo?-gracias Alex, tu también estás guapo.
-Si lo sé, siempre estoy guapo, yo soy guapo-
Al parecer era el tipo de persona que te sacaba una sonrisa de la nada, de cierta forma era alguien a quien le gustaba molestar de manera graciosa.
Al bajar el edificio me di cuenta que Alex no traía su auto.
-Iremos a pie, es más linda la ciudad de noche llena de luces, y así podemos ver mejor el cielo-me dijo.
-Justo te iba a preguntar eso, bueno caminemos que quiero llegar pronto, seguramente hay mucha comida ahí.
Alex no pudo evitar reír ante mi comentario.
-Parece que no eres el único gracioso aquí- le dije con cara de orgullosa, y comenzamos a andar.
Alex me sorprendía cada vez más, había imaginado que era igual a sus amigos, y cada vez me demostraba más lo contrario.
-La noche está hermosa- comentó mirando al cielo.
-Al parecer te gusta apreciar el cielo eh?-pregunté curiosa-Me hablaste de las estrellas y ahora la noche, qué momento del día prefieres para contemplarlo?
-Me encanta la noche y a tí?
-Soy fan #1 de los atardeceres junto al mar, me brindan una tranquilidad inmensa, se siente muy bonito sentarse en la playa a mirar como el sol se esconde y como la noche aparece.
-La vida es linda cuando la sabes aprovechar y ver sus cosas positivas.
-Lo es-Le respondí mirando hacia arriba y recordando a mis padres.
-Conversemos- dijo en un tono tranquilo-quiero saber más sobre tí.
-Bueeeno, ¿qué te puedo decir?, soy cubana, y viajé acá tras la muerte de mis padres, que me impactó mucho, pero luego entendí que es el ciclo de la vida y no podemos evitarlo, de todas formas a todos nos pasará.
-Lo siento mucho, debe haber sido duro para ti.
-Algo así, aunque solo tenía 8 años, mi familia de aquí me lo ocultó hasta que tuvieron que contarme.
[...]
-¿Y que más te gusta además de los atardeceres?-Me preguntó cambiando de tema.
-Adoro los animales, sobre todo los perros- hice una pausa- bueeeno, algunos, mientras sean pequeños, o grandes pero conocidos.
-Le tienes miedo a los perros?- se rió.
No pude evitar sonrojarme, así que en lugar de responder seguí hablando.
-Me gusta mucho el helado, los dulces, la comida en general.
-Mmmm vale, interesante.
[...]
En pocos minutos llegamos al lugar, era precioso, habían muchos juegos, una rueda de la fortuna, una sala del terror, muchos peluches como premios y sobre todo mucha comida. Ese sitio tenía todo para pasar una magnífica noche.
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No puede ser amor.
Ficção AdolescenteLa vida de Amy Brown no fue nada fácil. A los 8 años perdió a sus padres en un accidente de tránsito, y desde entonces, todo ha sido complicado. Dejarlo todo, su casa, sus amigos de la infancia, el lugar donde había nacido para viajar muy lejos do...