Lucas
La cena estaba deliciosa, pero no podía centrarme en la misma. Mi atención la tenía por completo la chica de ojos oscuros que estaba frente a mí, la que había logrado animarme después de que me enterara de la peor noticia de mi vida y la que al parecer, se robó mi corazón desde la primera vez que la ví, aún cuando era un idiota.
Mi abuelo había muerto, y ni si quiera fue necesario decírselo cuando se sentó junto a mí y nos miramos a los ojos. No sé cómo, pero me hizo entender que de eso se trata la maldita vida, justo cuando estás en el mejor momento, todo puede irse a la mierda.
Nunca he sido de los chicos a los que le asusta la muerte. Mi madre me abandonó cuando solo tenía 10 años, desde entonces, solo tuve a mi papá y a mi abuelo, eso sin contar al idiota de Noah, mi hermano, que siempre se había ocupado de hacerme la vida una basura.
De ellos, el único que me amaba y me comprendía era mi abuelo, Luisma, su pérdida era lo peor que podía pasarme, y me aterrorizaba lo que sucedería conmigo después de eso.
En varias ocasiones, le hablé de Amy. Debo reconocer que desde el primer día que ví a esa chica hice una especie de click, aunque ella parecía odiarme. Al principio, para mí era difícil lidiar con la situación, por eso la molestaba e intentaba alejarla de mí, pero me resultó imposible. Cuando le contaba sobre ella me decía que era una chica muy especial, y que no la dejara ir, pues... no se equivocaba, a pesar de todos los problemas que ha tenido que afrontar, Amy es muy segura de sí misma, y sobre todo muy interesante.
—Lucas, estás bien?— la voz de Mike me sacó de mis pensamientos.
—Por qué no iba a estarlo?
—Te has pasado la cena mirando a Amy y sin hablar—rió.
—Solo estaba pensando—me excusé, aunque no era del todo mentira.
—Lucas!—dijo Damián llamando mi atención— parece que pronto tendremos otra parejita—rió.
No pude evitar mirar a Amy ante el comentario, para notar que ya ella me estaba observando a mí.
—Ah si?—dije contestándole al chico aún con los ojos en la castaña.
—Hemos visto muy juntitos a Ivie y a Liam últimamente.
—Ey chicos!—protestó Liam— estamos aquí—rió
—Debes admitirlo Liam, están en algo—dijo Mike.
—No he dicho que no, pero Ivie prefiere dormir con Amy—contestó Liam a Mike.
—Es eso cierto?—preguntó Damián a Ivie que estaba roja como un tomate.
—Tal vez solo no quiero dejar a mi amiga sola— respondió la chica.
—No tiene por qué ser así—dijo Nath mirándome.
Amy y yo nos manteníamos callados mirándonos el uno al otro.
—Ah no?—saltó Liam
—Por supuesto que no—dijo Kate.
—La verdad—habló Damián—somos ocho, alcanzamos perfectamente para que ninguno duerma solo.
—Es cierto—dijo Ivie.
—Saben? juguemos algo—propuso Mike.
—Vale, pero vamos a afuera—dijo Ivie y todos se levantaron de la mesa excepto la chica de en frente mío y yo.
—Ustedes también vienen—me levantó Damián en lo que Kate levantaba a Amy.
Cuando salimos de nuestros pensamientos nos miramos y luego a ellos.
—Vale, jugaremos—dijo Amy suspirando.
—No pienso oponerme—asentí levantando las manos.
Esto se estaba volviendo interesante. Todos los juegos que propone Mike son graciosos y algo pervertidos, así que esto podía terminar muy... bien, por decirlo de alguna forma.
—Vale, de esto va—habló Mike cuando ya todos estuvimos sentados alrededor de la piscina—Todos han jugado verdad, reto o sorbo alguna vez no?—Nadie dejó de asentir, así que siguió hablando—Pues a eso jugaremos, y no hay límites, ok?
—Me parece bien—dijo Liam.
—Yo me apunto—habló Ivie
—Yo también—la siguió Nath.
—Juego—afirmó Kate.
—No me perderé esto—dijo Damián.
Tras intercambiar miradas nuevamente, Amy y yo asentimos, para que Mike girara la botella.
—Vaya vaya, la suerte me acompaña—susurró el mismo al ver que la botella lo apuntaba—Nathalia—dijo señalando a la chica—verdad o reto?
—Verdad—habló—empecemos despacio.
—Cuál ha sido el lugar más loco dónde lo has hecho?—preguntó Mike.
—En un lago-contestó mirando descaradamente a Damián, que enseguida rió.
—Cómo fue eso?—rió mi mejor amigo.
—Es una sola pregunta Mike—contestó Damián entre risas en lo que miraba a Nath.
—Vale, vamos a por el próximo—volvió a girar la botella, que esta vez apuntaba a Ivie.
—Oh que bieen, divirtámonos un poco—habló la chica—Amy—verdad o reto?—preguntó a la chica que se encontraba otra vez frente a mí.
—Reto—habló segura.
—Quiero que lamas el torso de Lucas hasta que llegues a su boca—sugirió.
—No es mi intención beber mucho esta noche—dijo con algo de astucia en sus palabras inclinándose hacia adelante para llegar a mí.
Luego comenzó a lamer mi piel suavemente, su contacto me exitaba tanto... subía poco a poco, succionando y haciéndome ver las estrellas. Llegó a mi cuello y se detuvo unos segundos, para luego continuar su trayectoria hasta llegar a mi boca. Justo cuando pensé que lograría un beso de la chica que me traía loco, se separó de mi cuerpo y se sentó nuevamente frente a mí.
¿Quieres jugar contra el rey del juego Amy Brown?
—Uuh—dijo Mike.
—Me gusta este juego— afirmó Ivie.
Luego todos rieron en lo que yo pensaba.
Ahora es que "este juego" comenzó.
(...)
Pasadas unas horas, el nivel de adrenalina había aumentado, todos habíamos bebido varias veces de la botella y ya Damián había traído otra.
Mike, giró la botella por decimoquinta vez, y en esta ocasión, apuntó hacia mí.
Llevaba toda la noche esperando este momento.
—Amy—llamé la atención de la chica— verdad o reto?
—Siempre lo mismo, reto—aseguró.
—Quiero que vengas a dormir hoy a mi habitación, conmigo.
Autora:
Oh oh Amy... en qué problema te has metido...
Hola hola a todos!!!
Espero que se encuentren bien!!!
Este capítulo lo escribí con mucho entusiasmo, así que espero que les guste. Recuerden dejar sus comentarios que me ayudarán muchísimo y sobre todo sus votos.
Prometo actualizar pronto mis queridas estrellitas!!!
Los adora,
Celine M. Losada
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No puede ser amor.
Teen FictionLa vida de Amy Brown no fue nada fácil. A los 8 años perdió a sus padres en un accidente de tránsito, y desde entonces, todo ha sido complicado. Dejarlo todo, su casa, sus amigos de la infancia, el lugar donde había nacido para viajar muy lejos do...