Tú fuiste mi amor de verano

CAPITULO 7

     El maldito sonido del despertador sonó por cuarta vez, me sentía muy agotada pero tenía que prepararme e ir a desayunar pues había quedado con Oliver para ir juntos. Me di una larga ducha para despertarme al cien por cien y darlo todo el día de hoy, me lave los dientes y me vestí con el uniforme, aún seguía con el pelo lacio gracias a Emily, por lo que me lo recogí en una cola alta. Después preparé la maleta con las cosas necesarias para la acampada, los niños estaban informados de que tenían que preparar sus maletas con sus cosas para pasar la noche.

Una vez lista salí de la cabaña, Oliver ya me estaba esperando en la entrada con una sonrisa, hoy se había levantado con ánimos.

—Buenos días.-Incluso su voz sonaba diferente. Parece ser que arreglarse con Cyrus le vino bastante bien.

—Buenos días, ¿estás preparado para este magnífico día?.

—Preparadísimo.

Cuando llegamos a la cafetería fui directa a la máquina de café, me preparé uno bien cargado, cogí de paso un croissant y un yogurt de coco. Todavía no había nadie en la cafetería, éramos los primeros, aunque era cierto que solo era las ocho, ahora es cuando estarían todos despertándose. Nuestro plan de levantarnos temprano era para dejar todo preparado, tiendas de campañas, los sacos para dormir para que cuando todo estuvieran listo los niños solo lo tuvieran que coger.

Oliver solo tenía una taza de café y nada más.

—¿Solo desayunaras eso?.

Asintió dándole un sorbo. Yo en cambio empecé a comer como la glotona que era, además de que la comida de la cafetería estaba deliciosa.

—Tengo ganas de que se despierten y poder irnos.-Dije comiéndome ya el croissant.

—Sí, estoy deseando ponernos en marcha.-Sonaba igual de ilusionado que yo.- ¿recuerdas cuando lo hicimos nosotros?.

Sonreí acordándome de aquella noche.

—Los cuatro terminamos por dormir juntos porque nos cagamos de miedo por las historias que contaron.-Lo recordé porque yo me pasé en silencio a la tienda de campaña de Oliver porque tenía miedo y porque quería estar con él. Después Alexis y Cyrus entraron a la vez.

—No me dejasteis dormir, os pegabais a mi como una lapa y encima hacía calor.

—Hasta que te enfadaste y dijiste que preferías que entrase un asesino y dormir con él.-Me reí mientras abría el yogurt.

—Seguro que hubiese estado más fresquito.

—No lo dudo.-Suspiré con una sonrisa en la cara.-me encantaría volver a esa época.

—A mí también.

Levanté la mirada del yogurt. En realidad Oliver había cambiado muchísimo físicamente pero seguía siendo la misma persona, quizás con más personalidad de antes, obviando a la víbora de su novia pero era él.

—Sofía, te has manchado.-Al decírmelo me pase la servilleta por la cara.-todavía lo tienes.-Dirigió su mano hasta mí cara y con el pulgar limpió los restos de la comisura de mis labios. ¡Pum, pum! El sonido de mi corazón sonó en mis oídos.- siempre te has manchado con el yogurt.

—E-es que está muy rico.-La voz me salió entrecortada. Sofía, no es nada. Cálmate. Solo te está ayudando porque no sabías te habías manchado.

Al terminar todo nos fuimos a los almacenes donde estaba todas las cosas que necesitábamos darle a los niños, estuvimos como unos veinte minutos sin parar, queríamos dejarlo listo lo antes posible.

     Una vez todo preparado nos dirigimos al encuentro de los niños, los cuales quedamos en que ellos irían a desayunar y por lo que se vio cuando llegamos, todos estaban listos con una sonrisa y con ganas de aventura. Los llevamos al almacén donde cada uno se encargó de coger sus cosas, me gustaba lo obedientes que estaban siendo, esa era la actitud. Poco después nos fuimos caminando para adentrarnos al bosque, no sin antes avisar a los responsables del campamento de que nos íbamos y la localización exacta donde nos encontraríamos. Nos quedaríamos en un llano cerca del lago.