CAPITULO 11

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1 de Julio.

     Esa mañana teníamos dos reuniones importantes, la primera se celebró temprano, en ella nos dijeron que teníamos que preparar y decorar para la festividad del cuatro de julio. Uno de mis festivos americanos favoritos. Donde podíamos comer barbacoa hasta ver los fuegos artificiales. Por ende nos dividieron por grupos para ir a la ciudad y comprar todas las cosas necesarias para aquel día.

Yo ese día me quedaría aquí y terminar las actividades que tenía planeadas para nuestro grupo, los que irían se encargarían de traer todas las decoraciones para el día y el día de antes del cuatro se traería la carne y toda la comida.

La segunda reunión fue para notificarnos nuestros nuevos grupos y el rango de edades que nos tocaría, pocos fueron los que se quedaron con el grupo del mes anterior, para nuestra suerte, Oliver y yo continuamos siendo los monitores de nuestro grupo. Quise gritar de alegría pero mantuve la compostura pero miré a Oliver con una victoriosa sonrisa. Era cierto que nosotros ya mantuvimos la conversación con los niños, pero escucharlo de labios superiores daba mucha satisfacción. Por otra parte también me dieron ganas de mirar a Regina para reírme en su cara. No le comenté a nadie la conversación que tuve con ella, porque no merecía la pena malgastar saliva en hablar de ella.

Pero esta ni siquiera le echó un vistazo a su novio cuando escuchó dónde le había tocado, no, ella estaba distraída hablando con Jean, el cual era su nuevo compañero junto a Diana y Matilda.

Cyrus también cambió de compañeros estaba con Emily, y para suerte de esta última le tocó un rango de edad diferente al que tenía el mes pasado.

Alexis y Noah se mantuvieron de compañeros pero ahora ellos estaban con los niños diablos que tuvieron Emily y Regina.

En conclusión, y bajo mi punto de vista, los que habíamos salido ganando éramos Oliver y yo.

Al finalizar la reunión, todo el mundo se puso en marcha. Oliver y yo nos fuimos a despertar a nuestros niños para que fuesen a desayunar.

—Tendremos bastante lio de aquí al cuatro de julio.-Comenté.

—Sí, pero merecerá la pena.

Y así fue, nuestra mañana consistió en hacer un poco de ejercicio, por lo que jugamos a fútbol. Mi equipo fue el claro ganador, gracias a que desde pequeña siempre me gustó jugar a fútbol en el colegio. El equipo contrario quisieron la revancha por lo que volvimos a jugar más de una vez, evidentemente volviendo a ganar y ya de por últimas los dejamos meter algún que otro gol.

—¡Sí!.-Gritaron cuando metieron el último gol de los penaltis.

—¿Les decimos que los hemos dejado ganar?.-Louise susurró a mi lado.

Miré cómo todos se estaban abrazando entre sí, Oliver se sonreía y saltaba junto con los demás. Sentí una calidez en mi pecho al ver aquella escena.

—No, dejémoslo mejor así.

Más tarde comimos y esta vez, ninguno tendría descanso, pues estaríamos con las decoraciones de las cabañas por dentro y fuera.

Yo estaba colocando una guirnaldas de colores azules y rojas. Cyrus estaba sujetándome la escalera en la cual estaba subida.

—Sofía, le tienes que dar una vuelta por dentro y dos por fueras en el clavo.-Lo escuche decir desde abajo.

—¿Quieres dejar de quejarte o lo quieres hacer tú?.-Llevaba desde que había empezado a colocarlas diciéndome todo lo que estaba haciendo mal.

—Es que me está dando toc porque le das las vueltas como te da la gana.

Tú fuiste mi amor de veranoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora