Culpable

Cap 6: La herida que no sana

{advertencia ⚠️. Este capítulo es más largo de lo normal}

Y ahora estábamos casadas… Pero el ambiente era tan deprimente que parecía más un funeral, y podría serlo, después de todo cada una perdió algo este día.

Íbamos de regreso a casa y el silencio solo dejaba escuchar los sollozos de Enid, una Enid siendo contenida por Carmen. Yo iba atrás con ellas, pero supongo que cada una está inmersa en sus propios pensamientos…
Me parecía curioso ahora toda esta situación, estaba casada y todo lo que implica estarlo, pero en realidad me sentía sola, nunca pensé sentirme así de sola y desesperanzada.

Enid jamás se daría cuenta y que no lo hiciera me desesperaba, La forma en la que me miraba, la poca por no decir inexistente misericordia que tenía para conmigo, hacía que todo mi interior se volcará a una ira, una ira que estaba dispuesta a que consumiera todo de mi, porque estaba cansada de sentir todo esto.

Verla llorar, verla como toda esta situación la llenaba de miseria, lejos de producirme empatía o ganas de querer arreglar todo esto, solo me hacía sentir rencor, porque comprendía que su llanto era porque se tuvo que casar conmigo… conmigo y la pregunta que taladraba mi mente era…¿Tan terrible era esto? ¿Tan miserable es que se haya tenido que casar conmigo? ¿Tan mala era yo? ¿Tan repudiable fue no lograr reaccionar y quedarme petrificada por lo que vi?...

Yo pensé en ella siempre…

Yo pensé en su dolor…

Yo pensé en Enid…

Todo mi maldito tiempo lo volqué a ella, todo lo que hacía era por y para ella…

Pero…

Ella no pensaba en mí …

por un segundo sentí como el tiempo se volvió más lento y al mirar a mi alrededor, solo pude notar como una niña lloraba en las faldas de quién cuido de mi cómo cuando yo también lo era.
aparte la mirada hacia afuera porque me sentía ajena en todo esto, me preguntaba si podría encontrar algo que me hiciera sentir algo, cualquier cosa…
Pero esto ya era más grande que yo, este sentimiento de agobio y vacío solo crecía con los minutos.

Ni bien alcanzamos a llegar a casa, baje lo más rápido que pude, dejando al resto atrás. importando poco si bajaban o no, escape de mi nuevo destino, el mismo destino que yo decidí adquirir, pero ya no sabía qué hacer con él…

Necesitaba culpar a alguien, necesitaba desahogarme con alguien de cualquier modo, no me importaba como, pero si no podía ser con Enid, alguien más tendría que pagar mi sentencia, quitar todo esto, a estas alturas poco ya me importaba.

Me dirigí con rapidez al despacho de mi padre y entre sin avisar…

—Se te está haciendo una pésima costumbre entrar así.— Lo escuche decir con una voz ronca.—supongo que te acostumbraste a faltarme el respeto— afirmó sin siquiera dirigirme la mirada, tenía un montón de papeles sobre su escritorio, supongo que de importancia para el.

–Cancela la boda de mañana.—dije  mientras me acerque un poco más a él.

—¿Disculpa?.— Ahora si tenia toda su atención.—habíamos quedado en un trato, en algo que tu misma quisiste hacer…—y ese cambio de voz, lejos de atemorizarme , hizo que mi ira creciera aún más.

Se quedó en silencio cuando alce mi mano izquierda, enseñando mi dedo anular y el anillo que ahí había.

—me case hoy.—terminé de decir con burla.

—¡He gastado mucho dinero!.—y si mi ira iba creciendo la de el también, ya que golpeo la mesa mientras se ponía de pie.

— ¡Has gastado más dinero en el perro de tu hijo!.— También comencé a alzar la voz y ahora lo único que nos separaba es el escritorio.—¡Te has pasado toda la puta vida tapando sus estupideces, imbecilidades que se cagaron en mi vida por completo!.— toda la rabia que sentia la estaba volcando en esta discusión.—¡Estoy hecha mierda!, ¡estoy arruinada y a ti la única mierda que te importa es el puto dinero!…—sonreí con dolor ahora.—Solo te importa que Pugsley cumpla su maldito compromiso contigo.—y comencé a sentir dolor en mis manos, no había notado que las tenía vuelta puños y la ira no se iba con nada.—y yo… ¿y yo que? ¿Que mierda pasa conmigo?...