Cap 8: La chica más triste que alguna vez festejo su cumpleaños

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[Cap. Extendido.]

desperte de un descanso reparador que hace semanas mi cuerpo me exigía, pero este se sentía diferente. algo en mí se sentía diferente, me hacía sentir arropada, cálida y cómoda. Al abrir mis ojos mire mi mano de inmediato, pero sentía ansiedad, me pareció tan raro,
La abri y la cerre y su recuerdo apareció, Enid la había sostenido, ella en un impulso me había dado la mano, sin que yo se lo pidiera, ella sólo lo hizo y esa sensación lo fue todo, fue aquello que mi alma agonizante necesitaba.

después de toda la sensación, de lo irreal que se había sentido, enid estaba ahí de algún modo.

Me acomode de espalda y dejé escapar un suspiro, dejando ir en el algo de mi pecho, comencé a analizar más a mi alrededor, y estaba todo oscuro, quizás dormí todo el día y no me extrañaría después de todo llevaba semanas sin dormir en una cama o si quiera una cantidad de horas decentes.
De pronto Pugsley se vino a mi mente… Y con ello todo lo que sentí anoche.

No lograba siquiera saber como sentirme, o cómo procesar todo, eran un montón de cosas y todas al mismo tiempo, tan solo su recuerdo causaba en mí una aflicción , entre todas las cosas que en mi mente pasaban.  lo que sentía por él, era odio, repulsión y un sin fin de sentimientos de resentimiento, si en algún momento en estas semanas creí tener si quera un dejo de hermandad por el, de eso ya no quedaba rastro alguno, y si mi ser lo odiaba por lo de Enid, ahora no significa nada para mi.

Y las preguntas que rondan en mi cabeza eran.

¿realmente estuvo apunto de hacer lo que pensé en su momento?

Muy en el fondo sabía que gran parte de lo ocurrido era mi culpa, y la vergüenza que sentía por mis propios actos era demasiada, me sentía asqueada de mis propios recuerdos, estando tan ebria y drogada... me sorprendía el como pude pude llegar a hacer todo aquello. Estuve ebria, drogada y sucia por dos días, quizás más, que para sumar, estuve apunto de acostarme con un imbécil, para luego ser casi ser violada por un imbécil mayor. Sentí la culpa cuando recordé la platica con Tanaka, donde mi propia estupidez me hizo lastimarla y luego bese a Tyler, pero aún peor, abandone a Enid y la trate de lo peor y no lograba reconocerme a mi misma.

Si en su momento creí haber hecho algo bueno, actualmente ya me había cagado en todo y en todas las posibilidades, mi avance y todo lo que, por poco fuera, había logrado, lo había retrocedido a pasos agigantados, por ser lo suficientemente irresponsable al no controlar mis propios impulsos y emociones.

Ahora estoy peor que en un principio, tenia que buscar la forma de solucionar las cosas, de alguna manera lo puedo lograr, pero la vergüenza me comenzaba a consumir, así que me puse de lado y me cubri con el cobertor.

Consumida en mi vergüenza estaba cuando oí como se abría la puerta, al estar cubierta me quedé quieta y note como alguien ingresaba. Al tiempo que se escuchaba unos pasos, también se escuchaba un ligero tintineo de loza, supongo que es Carmen que traía algo de comer o beber y estoy apunto de destaparme para decirle que no podía entrar así a mi habitación cuando un susurro detiene en seco mis acciones…

—Señor que estas en los cielos.— esa voz la reconocía, era Enid, así que me mantuve tan quieta, que hasta aguantaba la respiración.— te pido por favor que Willa se sienta mejor cuando despierte, que sus heridas estén mejor mañana, sobretodo la de su costilla, pero por sobretodo.— note como hizo una pausa y pensé que se iría pero otra vez su voz llenó mi habitación.—te suplico por favor que no recuerde nada de lo que le hicieron anoche, para que no se ponga triste.—y a la vez que volvió a guardar silencio, mi pecho reconocía que no solo había pena al recordar lo sucedido.—también pido que limpies a Willa de su alcoholismo y que no se enoje ni con Carmen ni conmigo por entrar así a su habitación, amen.—escuche como acomodaba las cosas en el mueble rápidamente, y luego escuche sus pasos alejándose para luego lo último escuchar como cerraba la puerta.

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