Mi Empleado Favorito // •Kookmin•

Capítulo 11

Luego de desayunar con el señor Jeon, se marchó a la empresa como cada mañana. Jimin y las chicas decidieron hacer un poco de aseo en la mansión, se divirtieron mucho mientras lo hacían porque pusieron música y de alguna manera terminó siendo un karaoke. Prepararon el almuerzo juntos y almorzaron con los demás trabajadores de la mansión, como el jardinero Jackson y el chófer BamBam, y puede que Jimin sea algo distraído pero no es idiota y pido notar que entre esos dos saltaban chispas de amor. ¿Por qué pensaba eso? Pues porque durante el almuerzo mostraban mucha atención hacia el otro y demasiada amabilidad melosa como para ser una simple amistad. Pero como era de esperarse, lo negaron todo. También almorzaron con ellos Sehun y los demás guardias de seguridad, que le parecieron muy amables a pesar de tener pinta de matones desalmados.

Ahora, después de terminar con todos los quehaceres, Jimin se encontraba en la sala bebiendo té con Gaeul mientras conversaban de K-Dramas.

—Pero me hubiera gustado más que Lim Ju Kyung se quedara con Han Seo Jun —dijo Gaeul, dándole un sorbo a su taza de té.

—¡Pero que dices! —exclamó Jimin como si lo hubiesen ofendido—. Claro que no, Lim Ju Kyung y Lee Soo Ho estaban destinados desde un principio.

—Calma te ¿quieres?. Es solo mi opinión, no tienes que ponerte así —hizo un tierno puchero, haciéndola ver como una niña pequeña.

—Vale vale, lo siento —le sonrió y bebió de su taza.

—En fin, ¿como fue tu desayuno con el señor Jeon? —preguntó y movió sus cejas de arriba hacia abajo repetidas veces.

Jimin se sonrojó de inmediato.

—N-nada en especial. Solo comimos y hablamos de cosas triviales —se encogió de hombros, restándole importancia.

—¿Me ves cara de tonta? —señaló su rostro con su dedo índice—. A mi me dicen cupido y sé cuando dos personas se atraen.

Jimin rió.

—Claro Cupido. Hola, yo soy Poseidón, el dios del mar —dijo con sarcasmo entre risas.

—Aish que pesado eres —dejó su taza a un lado y comenzó a golpear al pelirosa.

—Oye ya basta —dijo tratando de alejar su taza de té de los golpes de Gaeul, pero fue inútil, la taza calló al suelo, rompiéndose en pesados y manchando la alfombra con té.

—Oh dios, lo siento —dijo Gaeul, mirando el accidente que ocasionó.

—No te preocupes. Buscaré algo para limpiarlo —se levantó del sofá para ir a buscar un trapeador y algo para recoger los pedazos rotos, pero Gaeul lo detuvo.

—Tranquilo, yo lo haré —dijo y fue corriendo a buscar las cosas.

Se dirigió al cuarto de limpieza y al abrir la puerta se paró de golpe por la escena que presenciaban sus ojos. Irene y Sehun estaban besándose, no, comiéndose vivos, además de que se veían desalineados y las manos de Sehun estaban tocando el cuerpo de Irene a su antojo.

—¡¡¡Aaaaaaah!!! ¡¿Pero qué hacen?! —gritó tan fuerte que Jimin alcanzó a escuchar los gritos y vino corriendo. Mientras Irene y Sehun trataban desesperadamente de arreglarse lo mejor que podían.

—¡N-no es lo que parece! —exclamó Irene.

—¿Por qué gritas? ¿Que pasó? —dijo Jimin muy preocupado, que llegó corriendo a donde estaba Gaeul.

Gaeul no contestó, simplemente señaló con sus dedo dentro del cuarto de limpieza a donde estaban los dos amantes, la pobre muchacha parecía que había visto un fantasma.