Capítulo 24

208 22 2
                                    

Irene le había comentado a Jimin de una especie de picnic mensual, en el cual todos los empleados de la mansión se reunían en el extenso patio trasero y comían y bebían en un ambiente amigable en donde el trabajo no tenía lugar alguno.

Según lo que habían contado las chicas con tanto entusiasmo, esas pequeñas fiestas eran divertidas y ayudaban a despejar la tensión acumulada durante todo el mes causada por el trabajo, donde todos eran amigos de todos.

También habían dicho que a veces Jungkook se les unía, cuando no estaba tan ocupado en la empresa.

Por supuesto que estaba ansioso de poder formar parte de esa actividad recreativa organizada por los mismos empleados, la cual era celebrada desde hace algunos años, y hoy, por primera vez, Jimin formaría parte de ello.

Ya las mesas se encontraban en el patio, en la cocina terminaban de dar los últimos toques a la comida mientras los guardias fe seguridad se encargaban de sacar las sillas del sótano.

—Wow, ¡se ven deliciosos! —exclamó Boeun al ver los panecillos que Jimin acababa de sacar del horno.

—Gracias. Mi madre me enseñó a hacerlos —respondió Jimin, totalmente orgulloso del resultado de su trabajo.

—Tu madre debe ser increíble —comentó Hyeju, acercándose también para oler el rico aroma que desprendían los panecillos.

—Y seguro es igual de hermosa que tú —agregó Boeun, tratando de timar un panecillo.

—Saca la mano —advirtió Jimin dando un golpecito en la mano de Boeun para alejarla.

La menor hizo un puchero de tristeza.

—Oye, ¿porqué no invitas a tu madre hoy? —propuso Irene, quien había escuchado la conversación.

—Tendría que invitar a Tae y So Yeon también para que ni se pongan celosos —dijo Jimin—. Además no creo que el señor Jeon lo permita.

—Podrías preguntarle —respondió Hyeju, sonando obvia.

—¿Creen que diga que si? —preguntó inseguro Jimin.

—¡Por supuesto! ¿Porqué te lo negaría? —dijo Irene.

Jimin lo pensó. Irene tenía razón, ni tenía porqué negárselo, de todos modos Jungkook y su madre parecieron hacerse buenos amigos la primera vez que se vieron. Y en cuanto a Taehyung y So Yeon, ellos vendrían aún sin ser invitados.

El sonido de la música proveniente del patio trasero hizo que todos voltearan a ver en dirección a la puerta a que daba al patio, por la cual se asomó Segun.

—Ya todo está listo. Pueden traer las cosas —avisó Sehun, para luego desaparecer de la vista de Jimin y las chicas.

—Bueno, ya oyeron, ¡vamos a divertirnos! —exclamó Irene, y todas respondieron con un enérgico grito.

Cada una tomó un plato con algún dulce para llevarlo a las mesas del patio, Jimin tomó su panecillos y las siguió hasta el patio, donde acomodaron todo y minutos después todos bebían bebidas sin alcohol.

El alcohol era para más tarde, había dicho Irene.

Jimin agradecía mio y un veces que no tuviesen que llevar puesto el ridículo uniforme que tenían que usar diariamente, esa cosa del demonio lo hacía señor ir incómodo y la odiaba con toda su alma. Además le daba picazón.

—Alguno tiene alguna queja para poner en el buzón de quejas —preguntó Boeun, sosteniendo en una de sus mano un panecillo a medio comer, y en la otra su refresco.

Mi Empleado Favorito // •Kookmin•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora