Mi Empleado Favorito // •Kookmin•

Capítulo 25

Park Ji Na, Kim Taehyung y Jeon So Yeon no dudaron en aceptar la invitación hecha por Jimin para ir a la mansión;en menos de 15 minutos ya estaban en el patio trasero de la mansión socializando con todos.

Ni siquiera recordaban la existencia del peli rosa, cuando llegaron solo estuvieron unos minutos con él y luego se dispersaron por el patio, dejándolo solo y desamparado.

Hasta que Jungkook se acercó a él muy casual.

-Qué rápido se han olvidado de ti -comentó el azabache a su lado, queriendo molestarlo un poco.

-Ya regresarán cuando me necesiten -dijo, fingiendo desinterés.

-Por cierto -recordó-. ¿Tu madre sabe de... -hizo una pausa, buscando un término para definir su "relación"-, nosotros?.

-¡Claro que no! -exclamó alarmado, buscando con al mirada a su madre para asegurarse de que no pudiera escucharlos-. Si se llegara a enterar se formaría la tercera guerra mundial -le susurró a una distancia prudente-. Además, acordamos que sería un secreto.

-Tienes razón -dijo Jungkook, recordando aquel acuerdo entre ellos.

-Pero... -dijo Jimin, pensando si hablar o no-. Puede que alguien ya se haya enterado.

-¿Quién?

-Tae y So Yeon.

-Entonces son dos personas.

-Si...

-Creí que no se lo diríamos a nadie -alzó una ceja.

-¡Yo no dije nada! -se defendió-. Ellos se dieron cuenta de las marcas que alguien dejó en mi cuello y no me quedó otra que contarles. De todos modos tarde o temprano se iban a enterar.

-Hablando de las marchas, no las veo -se desvió Jungkook, buscando con su mirada en el cuello del contrario, manteniendo su distancia.

-Las tapé con maquillaje -informó-. Pero en serio, no me puedes reclamar por haberle contado nuestro secreto a mis mejores amigos.

-No lo haré. Siempre y cuando ellos no nos dejen en evidencia -sonrió sin mostrar sus dientes.

-¿Tu no se lo has contado a nadie? ¿El señor Jung, por ejemplo? -indagó.

-No-

Jungkook se interrumpió a sí mismo, recordando días atrás su charla con Chae Yang.

-Tal vez sí -aceptó.

-¿Quién?

-El padre de Hoseok -respondió, mirando de reojo al peli rosa en espera de su reacción.

-Tienes que estar bromeando -sus ojos mostraban enojo y vergüenza-. De todas las persona se lo tenías que contar al señor Jung. Por Dios, ¿qué pensará de ti ahora?.

-Es un buen amigo mío. Solo me dijo que tuviéramos cuidado -tranquilizó-. Ahora no pongas esa cara que te saldrán arrugas.

Asegurándose de que nadie los estaba mirando, Jungkook se acercó a los pomposos labios del contrario y le robó un pequeño beso. Jimin no quiso demostrarlo, pero con ese beso Jungkook había echo desaparecer todo rastro de "enojo" en él.

[...]

Ordenaron pizza para el almuerzo y todos comieron hasta reventar. Eran alrededor de las 3 de la tarde y todos se bañaban en la piscina. Jimin estaba recostado sobre una toalla en el suelo, en término moderno: bronceándose.

Fue entonces que sus mejores amigos tuvieron la decencia de recordar su existencia.

-Te vas a poner negro -soltó So Yeon, sentándose a un lado de Jimin.