q u i n c e | heridas

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no quería decirlo nena pero tu a mi me ganaste
soy perdedor

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matías



me eché en el sofá con la mirada perdida, la cagá de vacile estaba fomeke y lo único que quería era que todos se fueran pa' virarme a dormir.

—¿te gusta? —me preguntó de la nada la consuelo sentándose junto a mí. arquee mis cejas al no entender su cuestionamiento como tal, no sabía si estaba muy volao' o qué chucha pero no entendía a qué diablos venía eso—, me refiero a la tal katia—fue bajando la voz mientras se distraía jugando con sus pulseras.

boté aire cansado.

—¿a qué viene esto?

se alzó de hombros con desgana.

—no sé, me dio esa sensación cuando estuvimos con ella—deslizó su pelo tras sus orejas y luego se removió ansiosa, apoyando esta vez sus rodillas sobre el sillón—. te conozco, matías.

me pasé una mano por la cara—sólo me molestó que te fuerai en mala con ella, no teniai por qué decirle eso.

rodó los ojos.

—sólo le dije lo que pensaba—se excusó molesta.

—que no se repita—advertí—, no tenís por qué echártela con ella—murmuré ya chato.

apretó los dientes y negó—¿vai a seguir defendiéndola? literal nos cagó la onda, estábamos conversando de lo mejor y después te pusiste súper raro.

me rocé el puente de la nariz. no entendía por qué estábamos teniendo esa conversación cuando ya no éramos nada, me ponía incómodo que se colocara de esa manera por hueás que ni siquiera eran como ella creía.

—¿por qué estamos teniendo esta conversación?—cuestioné con la vista fija en sus ojos, brillaron con fuerza y luego se achicaron ante la decepción.

—porque para mí aún erís importante, maty—admitió con vergüenza. me relamí los labios al oírla, no es que para mí ya no lo fuera, sólo que, ya no de esa forma. me sentía culpable de cierta manera, pero sabía también que era un sentimiento que iba mucho más allá de mí, y que no podía forzarme tampoco a corresponderle.

—si sé, consu, pero...

tomó mi mejilla y se acercó hasta que su pecho rozó el mío, tragué saliva en trance mientras fruncía el ceño por lo repentino de su movimiento.

—lo pasábamos tan bien-su atención se enfocó en mi boca y luego su mano bajo de mi mejilla a mi pecho—, ¿por qué no volver a intentarlo?—insistió con la esperanza latente. quiso meter su mano bajo mi polerón, sin embargo tomé su muñeca para así alejarla y aproveché la oportunidad para tomar distancia, causando que soltara una expresión de asombro.

—consuelo, basta. ya lo hablamos, y sabís perfectamente en lo que quedamos—murmuré. se quedó con los labios a medio abrir y luego tragó con fuerza.

me pasé una mano por el pelo para después deslizarla por mi cuello.

—¿de verdad querís que así queden las cosas entre los dos?—se puso a la defensiva levantándose de mi lado con molestia.

asentí.

—es lo mejor.

—lo mejor pa' ti querrás decir—alzó la voz por sobre la música, empuñó sus manos y luego me miró por última vez antes de dar media vuelta y perderse entre la multitud de gente bailando. se me formó una mueca en el rostro y luego me quedé con la vista fija en el techo. no quería que las cosas sucedieran así, ni mucho menos creí que aquella conversación existiría, porque no planeaba verla, el ahueonao' del dylan la había invitao' y jamás me avisó de su intento forzado por juntarnos.

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