t r e s | 12

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a veces se te nota que andas con la mirá' rara
y yo como atontao
busco la manera de sacar una sonrisa de tu cara

♡⁀➷

—sí, es compañera mía del liceo—explicó vagamente.

el kai dejó mis piernas para irse en busca de su dueño, quién lo recibió con los brazos abiertos y una dulce sonrisa que jamás esperé ver en su rostro, le hizo nanai mientras nosotras seguíamos con nuestra vista fija en él. en qué me había metido, hueón.

—¿del mismo curso?—se interesó aún más procesando la coincidencia pa' mala.

—no—me adelanté a hablar—, sólo de electivo.

—¡pues qué bien!—se alegró pese a nuestras sombrías expresiones—, katia vino para conocer al kai—le contó animada, sin embargo su hijo no parecía muy contento con la idea. alzó su vista y nuevamente nuestros ojos se encontraron, le dediqué mi cara más fea sin que su mamá cachara.

—wena —arrastró las palabras aún agachado. 

—será la catsitter—lol, aún no lograba acostumbrarme bien al término, peren, ¿la pega era mía entonces? expandí mis ojitos—, ¿no te parece maravilloso? ¡además son compañeros! sin duda es alguien que me da confianza.

—¿catsitter?—repitió sin una pizca de gracia. se enderezó aún no muy convencido. tragué grueso y me fijé en el corte de su ceja izquierda. le daba cualquier facha al muy desgraciado.

y eso que aún no hablaba de su labret vertical que cruzaba su labio inferior.

mis manos comenzaron a sudarme, por lo que me las pasé por la tela de mis jeans distraídamente, tratando de no cohibirme ante los ojos grises del matías que me recorrían sin una pizca de disimulo. ¿y este qué hueá? ¿tenía algo en la cara que me veía tanto?

—sí, ¿recuerdas que lo hablamos, maty?

—algo, pero te había dicho que yo cuidaría al kai, si no tengo atao en cambiar mis entrenamientos pal finde.

¡cállate gusano que necesito la plata!

su mami hizo una mueca de desagrado total, poniendo mala cara por primera vez en todo el rato que la venía conociendo. incluso así se veía preciosa, entrecerré los ojos, la verdad sí tenían hartas similitudes, aunque jamás me habría imaginado que eran madre e hijo, más bien parecen hermanos. ¿a qué edad lo habrá tenido?

—¡no harás eso! la única instancia que tenemos para compartir son los findes, en la semana casi ni te veo—defendió su postura, y aquello me pareció lindo, igual me sentía extraña por andar presenciando un tipo de conversación así, pero por alguna razón se me hizo tierno saber que el matías tenía una mamá que se preocupaba por compartir tiempo con él.

se frotó la nuca y asintió nomás.

—ya si, tenís razón—se cruzó de brazos—, aunque lo que no entiendo es cómo llegó la kit kat pa' acá.

caminando po' ahueonao.

respiré hondo, ¿de verdad pensaba decirme así frente a su mamá? ¿este hombre no conocía la vergüenza acaso?

CatsitterDonde viven las historias. Descúbrelo ahora