Capítulo 4

2.5K 217 9
                                    

Llegamos a su mansión. Veo por la ventana y todo me da vueltas, entonces abro la puerta y me caigo.

—¡Mierda!—Gruñe Aleksei detrás de mí y Erwan me levanta del suelo.

—Yo la llevo—le dice Aleksei, y seguido de eso, me carga en sus brazos apretando su mandíbula de lo enfadado que está.

Camina hacia el interior de la casa y de inmediato hundo mi cara en su pecho para esconderme de los ojos de Eloise que me ve y niega con la cabeza al darse cuenta que estoy borracha.

—Lo siento—Le digo y ella me sonríe.

—¿Te disculpas con ella y no conmigo?—Se queja el dueño de los brazos que me cargan escalera arriba.

—Ella lo merece más que tú.

—Eso dolió.

Me lleva hasta su habitación y me sienta en la orilla de la cama. Ni loca me pienso quedar aquí, así tenga que noquearlo a él y a Erwan, pero de que salgo de aquí, salgo.

Pero cuando quiero protestar mi estómago me las cobra y corro a toda velocidad hacia el baño y cierro la puerta detrás de mí.

Meto mi cabeza en el retrete y vomito toda la botella de sabrá Dios y Cedric lo que era, pero que ahora mismo me está matando.

La puerta se abre y mientras yo sigo sacando todo de mi sistema y llorando como una borracha patética siento que se agacha a mi lado y masajea mi espalda.

—Cielo—Dice tocando mi espalda y sujetándome el cabello—Estoy tan enfadado contigo en estos momentos.

Quiero responderle, pero mi estómago vuelve a gruñir y vomito todavía más, sosteniéndome de la orilla.

—No me llames así—Le digo sollozando—No vuelvas a llamarme así en tu vida, Aleksei.

El vómito calma, entonces me levanta y empieza a desnudarme, no sé cómo pero lo permito, mantengo los ojos cerrados para no ver esos ojos de camaleón y me mete a la ducha.

El agua está tibia y se siente tan bien que no quiero salir de aquí nunca, me lava todo el cuerpo metiéndose conmigo, y llevándome a su pecho para que me aferre a él, no debería de permitirlo, es un hombre comprometido y además un mentiroso.

—Hay muchas cosas que necesito decirte—me dice una vez ha terminado de lavar mi cabello, boca y mi cuerpo.

Regresa la ira con un toque de frustración y lo aparto.

—No quiero escucharte.

Salgo de la ducha desnuda y tomo mi ropa como puedo, siento que Aleksei viene y me toma de las manos y me lleva hasta su habitación.

—¡Por una maldita vez en tu vida deja de ser tan obstinada!

No respondo y me cruzo de brazos, esperando que se calme para poder salir de su encierro.

No voy a ceder, no voy a creer nada de lo que diga, las fotos no mienten.

—Te dije que eras mía, Elaine—Atisba yendo hacia su pantalón y saca su cinturón de éste.

Trago.

—¿Qué haces?—No estoy tan borracha para no darme cuenta de lo que intenta hacerme con ese cinturón.

—Date la vuelta—Me ordena.

—¿Vas a golpearme?

—Date la vuelta—Repite.

Sus ojos ahora grises me piden que obedezca, no me da tiempo de razonar cuando ya me encuentro de espaldas hacia él, siento su aliento caliente de inmediato en mi cuello.

La Profesional  (Libro 2) (Ya en Físico y Audiolibro)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora