Capítulo 23

2.2K 169 20
                                    

Regresamos a casa, en el camino iba contemplando mi anillo y reía para mis adentros cuando un par de ojos con tono desconocido me comían con la mirada.

—¿Cuándo será el día en que no te metas en problemas, Cielo?

—Creo que deberías de acostumbrarte—me burlo.

—Estuviste genial.

—Tú también—Admito—Creo que si no hubiesen estado ustedes ahí, no sé lo que hubiera pasado.

—Es una buena mujer.

—Lo es—Admito recordando algunas anécdotas—La señora O'hara ha sido como una segunda madre para mí desde que tengo memoria, mi padre también la quería, es muy triste que sus propios hijos la vean de esa manera.

—Estará bien—Me abraza fuerte y me lleva a su pecho—Quiero que cuentes conmigo para lo que sea, lo sabes ¿Verdad?

—Lo sé.

Recuerdo que Erwan no quitaba los ojos de mi madre, incluso hizo que se quitara las gafas en la mesa para comer, Erwan no discutió, pero tampoco le sonrió. Todos quedamos admirados cuando hizo lo que se le ordenó sin protestarle a mi madre.

Erwan es un buen hombre, aparenta la misma edad de mi madre, pero su cuerpo musculoso y porte de grandulón, lo hacen ver un poco más joven.

—¿En qué piensas?

—En que mi madre torturó a Erwan en la comida.

—Lo noté, ni siquiera Eloise ha podido convencerle de que se siente a comer con nosotros.

—Es un hombre extraño, pero veo que tiene un gran corazón, cuando me defendió del ataque que sufrí, vi en sus ojos la rabia y el temor.

—Es porque te tiene cariño, más allá de tu insolencia, se ha dado cuenta de lo que significas para mí.

Y como si tuviera alguna escapatoria, lo abrazo fuerte, lo huelo, lo beso y regreso a su pecho. Quiero estar así siempre. Mi corazón y mi instinto me dicen que él es inocente, debo encontrar las pruebas que necesito para demostrarlo y una vez que lo haga le diré la verdad. Quizás me odie, quizás no, pero su libertad será mi felicidad.

—Mañana saldré de viaje—Me avisa sin separarse de mí—Me tomará un par de días.

Eso me pone triste—¿Cuántos días?

—Una semana y media por mucho.

—Con un día me basta para que sea mucho—Me quejo—¿Es de trabajo?

—Sí—Suspira—Por favor usa siempre el anillo, así me recuerdas cada vez que lo veas.

—De acuerdo.

—Hablo en serio—Aquí vamos otra vez con las órdenes.

—Sí, te lo prometo—Y antes de que me interrumpa con lo de hacer promesas—Ya es tiempo de que creas en ellas, te prometo que siempre lo llevaré.

No dice nada, esta vez he ganado una pequeña batalla. Ya me contará más adelante por qué le huye a las promesas.

Sé que algunas son imposibles de cumplir, pero no hay nada imposible que yo no pueda hacer por este hombre.

—Te quiero, Aleksei.

Susurro quedándome dormida en sus brazos. No necesito escuchar que me diga que me quiere, porque si lo hace me romperá el corazón porque no lo merezco.

Llegando al apartamento, me encuentro a Dorian con una pila de papeles, eso es extraño.

—¿Qué pasa?

La Profesional  (Libro 2) (Ya en Físico y Audiolibro)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora