Capítulo 33

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A la mañana siguiente y sin pegar un ojo en toda la noche, fui la primera en despertar, él todavía seguía durmiendo y me quedé contemplándolo por un segundo. Su cabello en su frente, sus manos a los lados, el bajar y subir de su pecho fue lo que me alejó de él.

—Buenos días—Me sorprende llegando por detrás y me da un beso en mi cabeza.

—Buenos días.

Regreso a la habitación y termino de prepararme cuando escucho sus pasos que vienen detrás de mí.

—Regresaré en una hora, Cielo.

—De acuerdo—finjo una sonrisa, se acerca para darme un beso en los labios y cierro mis ojos porque sus besos todavía tiene un poder sobre mí a pesar de que quiero odiarlo.

Cuando se fue, me eché a llorar, después reuní todas las fuerzas que me quedaban y preparé mi arma, la escondí detrás de mi cintura y esperé a que él llegara por mí.

Cuando escuché la puerta, di un salto y puse mi mejor cara para no levantar sospechas de que algo ocurría conmigo, sentía mi arma detrás de mi cintura, pero algo dentro de mí me golpeó fuerte y me detuve.

—Ahora regreso.

—¿Olvidaste algo?

—Sí—miento alejándome de él—Ahora regreso.

Abrí la puerta y corrí a mi habitación, saqué mi arma y la dejé debajo del colchón, regresé con él y ya me estaba esperando en la puerta.

—Ya—Le muestro mi teléfono.

Cuando subimos al auto sentí una presión en mi pecho fuerte. No me gusta nada a donde nos estábamos dirigiendo, no era el edificio legal, era un casino a una hora de Washington.

A vilion.

Uno de sus lujosos casinos. ¿Qué tipo de negocios se pueden hacer aquí? Por supuesto, del tipo mafioso y nada legal. Empiezo a maldecir por lo bajo y me voy preparando sin sentirme siquiera sorprendida al ver que me presenta a un hombre de traje blanco.

Viktor Vladislav.

Uno de los hombres más ricos de Rusia al igual que Aleksei, también se dicen muchas cosas de él, pero ha pasado a desapercibido por no tener un imperio tan grande de lavado como lo pretenden de Ivanović.

—Viktor—Le tiende la mano.

Viktor es un hombre de 40 años, cabello castaño, grandes ojos verdes y un porte de serio al igual que todo multimillonario ruso.

—Aleksei.

Que se llamen por su nombre y no por su apellido, demuestra confianza, entonces no es la primera vez que se reúnen aquí, no es como cuando pasó con Sergei, Aleksei lo olió desde que lo vio y le ofreció tantos millones para que invirtiera en lo que quisiera.

Pero Vladislav no se ve intimidado y tampoco Aleksei, ambos hombres se sonríen como si se conocieran de toda la vida.

—Ella es Elaine Croft—Me presenta—Mi mujer.

—Ya era hora—Toma mi mano y la lleva hasta su boca y la besa—El placer es todo mío.

Veo a Aleksei, no parece actuar como si quisiera romper su cara por besar mi mano, en cambio el pecho se le infla y me guiña un ojo.

—Mucho gusto, señor Vladislav.

—Llámame Viktor.

Le ofrezco mi mejor sonrisa y asiento—Viktor.

Aleksei toma mi mano y nos encaminamos a una de sus oficinas en el último piso del Avilion. Mientras vamos en el ascensor ellos van hablando por lo bajo en ruso, sobre nueva mercadería y Aleksei lo felicita por su nuevo compromiso.

La Profesional  (Libro 2) (Ya en Físico y Audiolibro)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora