Capítulo 41 ¿He oído que ahora tienes una mujer?

707 45 1
                                    

—¿De qué se trata? —Finnick estaba muy tranquilo. Sin curiosidad por lo que había en el sobre, se limitó a lanzar una pregunta Fabián.

Sin saber cómo explicarlo, Fabián sólo dio una vaga respuesta.

—¿He oído que ahora tienes una mujer?

Pretendía decirlo de forma desenfadada. En realidad, cuando se enteró por primera vez, se sorprendió. Sabía que Finnick nunca había mostrado ningún interés por las mujeres. Su padre Mark, incluso sospechaba que el accidente de coche de hacía diez años no sólo le había robado las piernas, sino también su capacidad en la cama. Sólo hasta el matrimonio de Finnick se dieron cuenta de lo contrario. ¡Lo que más sorprendió Fabián fue que Finnick estaba en verdad involucrado con Vivían!

Cuando Finnick escuchó lo que dijo Fabián, levantó las cejas.

—Estas muy enterado de mis asuntos, ¿Eh?

Aunque sólo era una declaración casual, la voz de Finnick bajó de forma considerable. Sintiéndose presionado, Fabián rompió a sudor frío.

—Es una coincidencia. — Fabián se obligó a sonreír —. Antes, mi socio el Sr. Hark, ofendió a su mujer. Me lo contó después.

Cuando Fabián mencionó lo que había sucedido en ciudad Q, un brillo frío apareció unos ojos de Finnick

—¿Y?

Finnick ya dedujo que Fabián se reunió con él hoy para hablar de Vivían.

Aunque Finnick nunca ocultó adrede su relación a Fabián, este parecía haber malinterpretado que Vivian era la amante de Finnick.

—Bueno... —Fabián estaba sudando frío. Sin embargo, se armó de valor y continuó —: Esa mujer trabaja en mi empresa. De casualidad, he conseguido información sobre ella que creo que debes conocer.

Mientras hablaba, su mirada se posó en el sobre que había sobre la mesa.

«Así que el sobre contiene algo relacionado con Vivían»

Tras un momento de contemplación, Finnick levantó la mano y abrió el sobre. Sin embargo, cuando vio lo que había dentro del sobre, un destello asesino cursó los ojos de Finnick.

Fabián había estado observando el rostro de Finnick y no se sorprendió cuando captó el ligero cambio en la expresión de este.

«Aunque sólo es el amante de Finnick, es obvio que es importante para él. De lo contrario, no habría tratado con el Sr. Hark, de esa manera».

«Hablando de eso, Vivian es una mujer impresionante, ¿Eh? Ella me hizo caer de cabeza por ella en ese entonces. Ahora, ella puede incluso engañar al tío Finnick, que no tenía ningún interés en las mujeres antes. Pero, después de que revele sus verdaderos colores hoy, ¡No podrá fingir más!»

Fabián estaba lleno de deseos de venganza. Sin embargo, se resistía admitir que, en realidad, no quería ver a Vivian y Finnick enredados en una relación.

¡Paf! Después de ver lo que había en el sobre, Finnick lo estrelló contra la mesa, se giró y le dijo el camarero:

—¿Tiene un mechero?

Fabián se quedó atónito.

«¿Un encendedor? Pero el tío Finnick no fuma en la absoluto».

El camarero le paso rápido un encendedor. Antes de qué Fabián pudiera reaccionar. Finnick encendió el mechero y quemó el sobre.

—Tío Finnick, ¿Qué estás haciendo? —Sorprendido, Fabián trató de detenerlo. Cuando levantó la cabeza, sus ojos se encontraron con una fría mirada de Finnick.

Al instante, sintió que le recorrían escalofríos.

Que mirada más petrifícate.

—¿Por qué no querías que le eche un vistazo? —Una sonrisa fría jugó en los labios de Finnick, mientras su tono era tan gélido como su expresión —. Ahora que lo he mirado. no hay problema si lo quemo, ¿Verdad?

«Que chiste. Aunque la foto no captó ninguna parte sensible del cuerpo, sigue siendo mi mujer.

Nadie puede mirarla así».

Mirando fijo a Finnick, Fabián no pudo evitar tragar saliva y bajar la cabeza.

—No.

Con la foto incluida en el interior y el sobre se convirtió en cenizas.

Finnick tiro el mechero a un lado y se apoyó en la silla de ruedas. Su fría mirada se posó en Fabián mientras lo interrogaba:

—Dime, ¿Quién te dio esta foto?

Fabián levantó el cabeza sorprendido. Mirando fijo a Finnick, Apenas podía creer lo que acababa de escuchar.

—Tío Finnick, ¿No quieres saber con quién se hizo la foto y por qué existe tal foto?

Lanzando una mirada melancólica a Fabián, Finnick respondió con vos grave:

—¿Por qué tengo que preguntar? Sé muy bien la clase de persona que es mi mujer.

¿Tienes prisa por casarte, señorita?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora