𝗖𝗮𝗽𝗶𝘁𝘂𝗹𝗼 𝗱𝗶𝗲𝗰𝗶𝗻𝘂𝗲𝘃𝗲: 𝘌𝘴𝘤𝘢𝘱𝘦.

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Ya eran las 10a

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Ya eran las 10a.m. y estaban todos desayunando. Todos estaban callados y la tensión estaba en el ambiente, nadie se atrevía a decir una sola palabra.

¿Pues de que hablarían? No se podían poner a hablar sobre sus vidas como si nada teniendo en cuenta que al terminar de desayunar cada uno iría a su cuarto para empacar poca cosa y huir de aquel lugar de perdición.

Cada maestro fue subiendo a su cuarto según iban terminando. En un punto solamente quedaron Paige y Spinach.

Paige ya había terminado hace un buen rato, pero Spinach apenas podía probar bocado, pues sus manos temblaban (ya sabemos que es la que más se estresa) y sentía que en cualquier momento estallaría en llanto. Mientras tanto, Paige se mantenía a su lado, calmándola y repitiéndole que no había prisa, que todo iba a salir bien.

David y Félix insistieron en quedarse en lo que su "hija" terminaba de desayunar, pero Paige les dijo que no se preocuparan.

Un rato después, ya todos estaban abajo con sus mochilas, David y Félix les repetían el plan e intentaban mantener la calma.

Aunque principalmente ellos fueran los "padres" de Spinach y Ben, a veces parecían los de todos los maestros.

También se tomaron unos minutos para dejar libre a Kinu, pues tristemente no se lo podrían llevar. Si no sabían si ellos podrían sobrevivir, ¿cómo pretendían llevarse a un gatito?

Ya estaba todo listo, era el momento, el momento en el que escaparían de aquella casa en la que pensaron pasar al menos unos años más, tristemente no sería así.

Tantos recuerdos, tantos momentos, tantos... imprevistos. Nada de eso valió la pena nunca, nada valió la pena jamás, realmente.

Cuando estuvieron mentalmente preparados, salieron por aquella puerta azul, aquella puerta que en algún momento fue su inicio de "una nueva vida".

Llegaron al coche, se montaron y David arrancó sin pensarlo dos veces. Dolía, dolía dejar todo atrás. También dolía el saber que  sus vidas no tenían valor, que ellos solamente fueron "el capricho" del fracaso de un tipo que no habían visto antes en su vida.

El coche fue rumbo a un camino por el que no habían ido jamás, se trataba de una carretera rodeada de arbustos y árboles de copas inmensas.

Dentro de sus mentes, si iban por un lugar por el que nunca antes habían ido, podrían encontrar otro camino, otra .

“Qué estúpidos” Pensareis, bueno... No realmente, dejadme explicarme.
El plan de Roy hubiera seguido a la perfección, e incluso podría haber sido concluído sin problemas, más cometió un error; presentarse.
Al hacerlo, les dió a conocer su plan a los maestros. Cuando dijo “Mis dominios”, se refería a la casa únicamente, pues Roy había manipulado sus mentes para que se quedaran en esa casa de por vida, por lo que no tendrían necesidad de explorar mucho más. El caso es que si no se hubiera dado a conocer su ser, ellos seguirían con la idea de quedarse en la casa, pero ahora sólo tenían claro que querían escapar.
En resumen; Roy es un imbécil.

Amor.. ¿extraño? // 𝐷𝑖𝑔𝑖𝑡𝑎𝑙𝑡𝑖𝑚𝑒.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora