V

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—¿Me vas a responder?

Jimin mordió su labio inferior, incapaz de responder, Dogu parecía molesto, suspiró y se acercó.

—Yo salí a caminar...

—No mientas Jimin, hay despensa en las alacenas, ¿De dónde sacaste el dinero? ¿Hablaste con tus padres? Ellos me odian Jimin y ahora deben hacerlo más.

—No—negó acercándose a él, tras mirar la expresión de desdicha en su rostro—. Yo...no quería decirte, porque sabía que te ibas a molestar, pero encontré un empleo, es atendiendo una pequeña tienda de antigüedades, me pagaron y pude comprar lo que hacía falta.

Dogu hizo una mueca. —Ya habíamos hablado de eso, quedamos en que esperaríamos.

—Sí, lo sé. Lo lamento.

—La gente comenzará a pensar mal ¿Qué tipo de alfa crees que dirán que soy?

—No es porque estés fallando en algo, sólo estaba aburrido, me quedo mucho tiempo aquí y creí que sería una buena idea buscar algo qué hacer. No quería molestarte.

—¿Dónde es ese lugar? ¿Son personas confiables? —se acercó para tomar sus mejillas con cariño—. No quiero que tengas que pasar por algún maltrato.

—No, el dueño es una persona muy amable.

—¿Es hombre? ¿Omega?

—Es un beta—mintió, porque sabía que si Dogu se sentía amenazado, por lo celoso que era, no dejaría que volviera a la tienda—. Está en silla de ruedas asi que necesita a alguien que le ayude.

Dogu relajó el gesto, atrajo a Jimin a su cuerpo, este no dudo en sentir la diferencia entre el toque que su alfa le estaba dando, al que Yoongi le dió horas atrás, el calor era inexistente, parecía que entre ellos una gran brecha se había abierto y no entendía la razón.

—Así, que te han pagado—dijo soltandolo con una enorme sonrisa.

—Sí, y hoy me dió esto, es la otra parte del pago, por unas cosas que le ayude a hacer.

Sacó el sobre, Dogu lo tomó y abrió, asintió sonriendo, le dió un beso en la mejilla.

—Creo que es una buena idea esto del empleo, te puede ayudar mucho a no sentirte tan solo, yo estoy trabajando en un bar por el momento, así que no estaré mucho en casa, si los dos nos ayudamos, podemos avanzar ¿Verdad amor?

—Sí—susurró con un nudo en la garganta—. Con eso podemos pagar lo que falta de renta.

—Ammm, sí, yo lo haré—dijo guardando el dinero en su bolsillo—. No tienes de qué preocuparte, prepararé algo de cenar.

Jimin mordió su labio inferior. —Iré al baño.

De metió en el cuarto de baño y comenzó a llorar, de forma silenciosa, sabía bien que ese dinero no se lo regresaría ni lo usaría para la renta, sino para apostar, sintió impotencia, porque quería decirle que no lo hiciera, que cambiara, pero ya había gastado saliva muchas veces en vano, y ahora, mientras lloraba acarició a su cachorro sobre su ropa, por primera vez, ya no quiso pensar en Dogu, en todo lo que hacía, él quería pensar en su cachorro y que tal vez, podría tener una mejor vida.

Pero, ¿Qué había más allá? Si él era lo único que conocía, no podía regresar a la casa de sus padres y admitir que todo por lo que luchó no fue más que una mentira, y no creía que sus padres le aceptarán con un bebé. Ni siquiera sabía si podía quedarse con el bebé, se sentía malo y egoísta.

Dogu estaba más feliz de lo que pensó, Jimin le miraba y no podía sentir una presión en el pecho cada que escuchaba su risa, quería decirle que no había nada por lo cual reír, que necesitaba ayuda, pero esas platicas siempre terminaban en peleas y en promesas que no se cumplían.

My Loved SunFlower *Yoonmin*Donde viven las historias. Descúbrelo ahora