My Loved SunFlower *Yoonmin*

IX

Bebió un trago de aquella copa de buen vino, relamió ligeramente sus labios, mientras disfrutaba la comida de aquel elegante restaurantes. Miró a su acompañante con una interrogante en el rostro, ellos eran buenos amigos, siempre lo fueron, a pesar de todo, sin embargo, la invitación a cenar había sido muy sorpresiva.

—¿Por qué me miras así? ¿Tengo algo en la cara?

SeokJin bufó rodando los ojos. —No te estoy mirando de ninguna manera—sonrió ligeramente—. Y no tienes nada en la cara, te vez bien, como siempre.

Namjoon suspiró mirando hacia otro lado, antes de volverse hacía Jin con un de las sonrisa más dulces que tenía para ofrecer.

—Dime ¿Por qué estás tan serio? En el hospital pareces una máquina parlanchína.

—No es nada, sólo...me ha tomado por sorpresa tú invitación. ¿Por qué querías salir a cenar conmigo?

—Somos amigos ¿No podemos salir juntos?

—Sí, pero ¿Tan de repente? Vamos Namjoon, sé que nunca haces nada sin un motivo.

—Me conoces bien—rio por lo bajo—. Pero, está vez es diferente, no hay un motivo oculto, simplemente quería cenar contigo.

—Oh, bueno—asintió regresando la mirada a su copa—. Has estado decaído ¿Todo bien?

—No realmente, Soyoon se fue de la casa—suspiró—. Hemos tenido muchos problemas.

SeokJin levantó la vista de golpe. —¿Por qué?

—Realmente no lo sé.

—Debe haber una razón.

—Si la hay, me gustaría saberla—rio amargamente —. Siempre hemos tenido problemas, eso no es algo nuevo, pero últimamente se ha vuelto complicado, no nos vemos y cuando estamos ambos en casa, pareciera que somos dos extraños, quería salir para distraerme, no me gusta estar ahí solo.

—Las relaciones son complicadas, con tantos años de matrimonio, cualquiera pensaría que lo tienen resuelto.

—No es así, siempre hay problemas, pero al menos antes hablábamos de eso, ahora, todo es diferente.

—¿Por qué no hablas con ella?

—Estoy cansado, es como nadar siempre en contra de la corriente. Yo soy quién siempre lo intenta, pero, ahora, no estoy seguro si seguir adelante.

SeokJin mordió su labio inferior, conocía a Namjoon desde hace años, desde que estaba en la carrera, ellos se llevaban bien, eran buenos amigos, aprendía de él, sin embargo, se había enamorado de un imposible, Namjoon lo sabía, se lo confesó en una noche de copas, y jamás dejó que eso se interpusiera en su amistad, y aunque había intentado mantenerse al margen, porque este estaba casado, no pudo evitar pedirle que fuera su donador de esperma, creyó que se negaría, pero no lo hizo, y a pesar de que ellos no hablaban de ese suceso, saber que tenía problemas con su esposa le daba esperanza, se sentía una pésima persona, pero no podía evitarlo.

—Han estado mucho tiempo juntos ¿No? Por lo que sé, y por lo que mis padres vivieron, a veces la monotonía mata el romance.

Namjoon asintió. —Nos casamos a los veinte años, hemos estado juntos diecisiete años, supongo que tienes razón.

—Tanto tiempo—tragó en seco.

—¿Puedo ser honesto contigo?

—Claro, dime.

—Siempre quise una familia, hijos, ella no, creo que espere que algún día cambiará de opinión, pero no fue así.

—¿Por eso aceptaste ser mi donador de esperma? —dijo riendo, aunque nervioso por la información que estaba recibiendo.