XV

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Escuchó el llamado en la puerta cuando estaba por guardar unos archivos de sus últimos dos pacientes, elevó una ceja antes de bufar, quería salir de ahí rápidamente.

—Pase.

La puerta se abrió, de esta se asomó Namjoon con aquella sonrisa que le hacía desfallecer, Namjoon tenía un poder oculto que podía hacerlo sentir tantas cosas en un sólo segundo, su sonrisa era preciosa y especial. Habían empezado a salir varias veces después de aquel día en su nuevo departamento, teniendo citas después del empleo o comiendo juntos en la cafetería, hablaban más sobre ellos, además de unos pocos besos. Jin sentía que estaba bailando sobre una nube, su sueño estaba haciéndose realidad, quería y confiaba en Namjoon.

—Hola, ¿Ya te vas?

—Sí, salgo temprano hoy ¿Tú?

—También, en unos quince estaré libre.

Namjoon le sonrió. —¿Quieres salir?

—Ammm, no, lo siento, pero hoy no puedo.

—¿Tienes cosas qué hacer? —preguntó curioso.

—No, traje a Soobin, no tuvo clases y mamá tenía asuntos que atender en el juzgado, está en la guardería de abajo esperando.

Algo brillo en los ojos de Namjoon, SeokJin recordó lo que este le dijo, del interés que había tenido de repente en Soobin, no sabía si era lo correcto, sin embargo, siempre tuvo el deseo de que ellos dos convivieran, era frustrante, pero ahora tenía la oportunidad de que sucediera sin sentirse culpable.

—Oh, lo entiendo.

—Namjoon—dijo nervioso—. ¿Quieres ir a comer con nosotros? Soobin quería que lo llevará a comer pizza, hay un lugar que tiene juegos, ammm, tal vez es demasiado infantil...

—Me encantaría—dijo con una sonrisa—. Los espero en el estacionamiento.

—Está bien.

Lo vió salir y soltó el aire de golpe, sonrió porque estaba seguro de que no podían verlo, se levantó, dejando su bata blanca en el perchero y poniéndose el suéter, tomó sus cosas y salió, caminó por el pasillo sonriendo a las persona que estaban cerca, siempre era amable, a pesar de estar cansado o molesto, tenía la idea que nadie más tenía la culpa de sus problemas, fue así siempre, era una enseñanza que su padre le inculcó. Llegó a la guardería del hospital, dónde estaba Soobin jugando con otros niños, sonrió al verlo, era su bebé y lo amaba, era toda su vida.

—¡Soobinie! Es hora de irnos.

El pequeño pelinegro elevó la vista y le sonrió. —¡Papi!

Fue corriendo hacia él al tiempo que una de las encargadas le daba su mochila, cargó a su pequeño y le dió un beso en la mejilla.

—¿Qué tal? ¿Te divertiste hoy?

—Sí, jugué mucho y dormí también, me dieron de comer, pero quiero pizza.

—Oh, bien, iremos por pizza, ammm, no iremos solos—dijo entrando al elevador.

—¿Quien va a venir con nosotros? ¿Tío Kookie o Yoonie?

—Ninguno de los dos, pero, te va a agradar, ya lo has conocido antes es Namjoon.

—Oh, él me da miedo.

—¿Miedo? —dijo mirándolo con preocupación.

—Es muy alto y serio.

SeokJin rio. —Es una buena persona, comerá pizza con nosotros y puedes conocerlo más.

My Loved SunFlower *Yoonmin*Donde viven las historias. Descúbrelo ahora