CAPÍTULO VII

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Ya eran dos días desde que Georgiana había llegado de la costa y, estando de regreso en su habitación, su vista se había limitado a las calles de la ciudad

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Ya eran dos días desde que Georgiana había llegado de la costa y, estando de regreso en su habitación, su vista se había limitado a las calles de la ciudad. No era muy pintoresco como ver el mar al abrir las cortinas, pero al menos así conseguía no mirar la carta que reposaba sobre su tocador.

Pensó sobre lo que Lord Saint Clair pudiese haber plasmado en aquel trozo de papel. Pero tras mantenerla intacta en aquel lugar, no tuvo más opción que leerla y cruzó la habitación hasta enfrentarse a su pesadilla.

El vizconde no tenía escrúpulos. Lo más probable es que escribiera algún comentario que la sacaría de quicio, pero ya veía innecesario retrasarlo.

Por lo que al abrirla, leyó:

26 de Marzo, 1841
Hampshire Hall
Purbrook

Señorita Georgiana Middleton:
Lamento que sea yo quien deba hacerle llegar la noticia, pero comprenderá los motivos por lo que los sucesos fueron de esta manera.

No estoy seguro de cuánto tiempo habrá transcurrido desde que le hice llegar esta carta a su residencia en Londres, pero le ruego planee un viaje a Hampshire Hall en cuanto guste.

Su hermana esta tarde ha entrado en labor de parto y ha dado a luz a un sano niño.

No sabremos con exactitud si estará disponible para el bautizo, pero tiene todo el honor de ser la madrina del niño. Por cierto, le han nombrado James Arthur.

Sinceramente,
David Saint Clair, Vizconde de Brighton

Georgiana revisó nuevamente la fecha en la parte superior y suspiró con una leve sonrisa en sus labios. 26 de Marzo. Ese era el día en que se había convertido en tía y lo hubiera sabido el día en que llegó a Londres sino hubiese resentido la misiva por culpa del remitente.

Salió de su habitación en búsqueda de sus doncellas, pero a mitad de caminó cambió su rumbo hacia el despacho de su padre.

Tocó tres veces a la puerta hasta que escuchó su voz para que ingresara, por lo que apenas la abrió, ella preguntó:

— ¿Por qué no me has dicho que Margareth ha tenido al bebé?

Su padre retiró sus anteojos y observó a su hija, que sostenía un trozo de papel.

—Ya me preguntaba por qué tardabas tanto en viajar a Purbrook —dijo, relajándose en su asiento, señaló la carta y añadió—: Tu madre igual ha recibido una de Basset, ¿por qué has tardado tanto en leerla? Tu madre debe de haber llegado a Purbrook hace tres días.

— ¿No estaba en Londres?

—No, estaba en la casa de campo de los Bennet —dijo—. La hija de los Bennet ha decidido viajar a la ciudad en un año y medio. Lady Charlotte esperaba que Jane pudiera ser de ayuda, ya que necesitan que la muchacha se relacione con alguien de su edad.

Desde El Primer Baile [#2]✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora