Bailando con la fama | Erótica + 18 | Parte 4/4 Completa ✅

Capítulo 5

Un buen vino es como una buena película: dura un instante y te deja en la boca un sabor a gloria; es nuevo en cada sorbo y , como ocurre con las películas, nace y renace en cada saboreador. - Federico Fellini.

***

Jhonny estaba cabreado hasta límites insospechados, y no era para menos. Llevaba una maldita semana sin tener noticias de Isabella. Había barajado la opción de pasar por la casa del Señor O'Sullivan, quizá y con un poco de suerte, la encontraba allí. Pero no tenía excusa alguna para hacerlo y el mero hecho de haberlo pensado le daba náuseas. Se sentía ridículo por querer reclamar algo que no era suyo e idiota por necesitar la atención de una mujer que al parecer estaba dispuesta a desaparecer.

Era tarde, Melanie ya se había marchado de la academia y él era el responsable de cerrar. Había tenido un día de perros, aunque para ser justos, llevaba varios días así, por lo que tenía ganas de llegar a su casa, meterse en su jodida cama y dormir por unas largas horas. Por ello se dio prisa en recoger sus cosas y echar el cierre, con un poco de suerte no encontraría tráfico. Avanzó hasta su moto y se subió dispuesto a arrancar y salir de allí pitando, en cambio un Audi que ya conocía se detuvo a su lado.

Su ángel, al contrario que él, portaba una enorme sonrisa que indudablemente le tocó el corazón. Bufó con malestar al sentirse un objeto, porque sospechaba que si la fémina estaba allí era porque estaba caliente. Isabella bajó la ventanilla del copiloto y contempló aquel pétreo semblante del bailarín.

—Hola… —dijo con cautela.

—Es tarde, deberías estar en tu casa —murmuró colocándose rápidamente el casco —. Prueba a venir la semana que viene. Quizá sea yo el que tenga ganas.

Isabella suspiró. Era evidente su enfado, aunque no lo entendía ya que ella jamás había marcado una fecha en el calendario.

—He estado fuera de la ciudad. He regresado hoy, mi vuelo ha llegado con tres horas de retraso y en lugar de ir a mi casa a descansar y deshacer mi equipaje estoy aquí. Llevo casi dos horas esperándote. ¿De verdad no tienes nada agradable que decirme?

Jhonny se relajó ante la confesión, pero debía reconocer que hubiese agradecido alguna llamada o algún mensaje de la mujer.

—Lo siento… No tengo un buen día.

—¿Tienes otro casco? Me gustaría acompañarte y quizá cenar algo. Llevo cerca de siete horas sin probar bocado.

—A menos de un kilómetro está el centro comercial. Deja el coche en el sótano dos del parking, yo te recogeré con la moto.

Ella asintió y se dirigió hasta el lugar indicado. Jhonny confuso por todo lo que rodeaba a aquella mujer, aceleró y fue a recogerla, preguntándose si realmente querría ir a su piso. Bajó la rampa que le daba el acceso al sótano dos y se colocó prácticamente junto al Audi. Inmediatamente sacó el otro casco, que era el que había utilizado Melanie en más de una ocasión y se lo ofreció.

—¿Has montado alguna vez en alguna de estas?

Isabella negó mientras encontraba la manera correcta de colocárselo. Jhonny rápidamente se bajó y la ayudó en la tarea, sonriendo por primera vez.

—¿Dónde quieres ir? —preguntó bajándole la visera y regresando al mando de la moto.

—Me gustaría ir a un sitio tranquilo.

—Anda sube y agarrate fuerte — La invitó guiñándola un ojo.

Ella ni se lo pensó. Se subió a la parte trasera de la moto y aprovechó para deslizar los brazos alrededor de la cintura de él para plantar las palmas en sus abdominales. Jhonny se quedó sin respiración ante aquel contacto y prefirió arrancar y acelerar antes de salir ardiendo en el mismo parking. No podía negarlo, le gustaba tenerla así, tan cerca y receptiva. Le gustaba tanto que aprovechó para aminorar la velocidad y así tardar un poquito más en llegar, aunque la verdadera razón fue que sintió el firme agarre de Isabella que lo sujetaba como si le fuera la vida en ello. Aprovechó que tuvo que frenar ante un semáforo para coger la mano femenina y acariciarla con devoción.