Capítulo 21

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Acostúmbrate a prestar atención a lo que dice otra persona y, en la medida de lo posible, procura entrar en su mente. Por lo general, primero hay que aprender muchas cosas antes de poder juzgar la acción de otro con conocimiento. - Marco Aurelio.

***

Era demasiado pronto. De hecho, llegaba dos horas antes de lo estipulado, pero poco le importaba, necesitaba respuestas y las necesitaba cuanto antes. Estacionó la moto y se bajó con urgencia. Ni siquiera sabía si Isabella estaría despierta, si se encontraba bien o seguía enferma, pero pensaba averiguarlo. Miró el reloj, eran poco más de las ocho, acto que le hizo replantearse si debía dar media vuelta y regresar más tarde. ¿Y si se veía necesitado? ¿Y si quedaba ridículamente ridículo? Sacudió la cabeza ante la oleada de pensamientos pesimistas y avanzó hasta la puerta de la casa. Sin embargo, lo que desconocía era que Isabella lo había visto desde la ventana de la cocina y que se encontraba al otro lado de la puerta, esperándolo. De hecho, ni siquiera necesito llamar, ya que cuando lo iba a hacer ella apareció al otro lado.

Jhonny primero repasó su aspecto. Claramente su rostro era el de una persona que no entendía qué hacía allí a esas horas, pero al menos no había ni rastro de los ojos febriles, lo que le alivió. Ella portaba una taza morada entre sus manos y una vez más, se encontraba en pijama. Pijama que por supuesto no tendría si se hubiera quedado a pasar la noche. Ambos se miraron, intentando descifrar la mirada del otro…

—Necesito respuestas —murmuró de manera impasible.

La O'Sullivan inmediatamente se echó a un lado para dejarlo pasar. Quería explicarse desde hacía dos meses y ahora que tenía la oportunidad no la pensaba desaprovechar.

—¿Quieres un café?

—Quiero que me cuentes lo que sucede. Necesito entender las cosas.

—Siéntate, responderé todas tus preguntas.

Jhonny se adentró en el interior del salón y se acomodó en el largo sofá. Sofá en el que evidentemente se la había tirado en más de una ocasión. Memoró aquel encuentro, percatándose de que ahora la situación entre ambos era otra muy diferente, lo que le hizo bufar malhumorado.

—Explícate. Te escucho…

Vio como ella se sentaba a escasos centímetros y aunque se vio tentado a mirarla fijamente a los ojos, prefirió no hacerlo. Isabella suspiró al percatarse de que el bailarín la evitaba. No obstante, ella clavó sus ojos en el rostro de él para analizar su expresión.

—Una noche, Piero me hizo una encerrona con toda mi familia. Los invitó a cenar y aprovechó la velada para pedirme matrimonio bajo el beneplácito de mi padre. Este anillo era de mi madre —dijo tocando la sortija con cariño —. Papá siempre había dicho que sería para la primera que decidiese casarse y, que lo tuviera Piero en su poder, me removió demasiadas cosas. De pronto me vi rodeada de mis seres queridos que celebraban con alegría la pedida mientras que yo ni siquiera me había atrevido a responder. En ese momento solamente pude pensar en ti.

—¿En mi? No me fastidies Isabella. ¿Piensas en mí y te comprometes con otro hombre?

—En ti porque pensé que si quería tener opción a tener un futuro contigo, no podía negarme.

Jhonny la miró abruptamente y entonces se dio cuenta de que ella estaba tan sumamente emocionada, que la costaba continuar.

—¿Un futuro conmigo? Isabella me echaste de tu lado de la peor manera. Me engañaste y fingiste durante casi una maldita semana.

—Pequé de egoísta. Sentí pavor de que mi padre tuviera razón y que por negarme a ese matrimonio, Piero no me quisiera operar.

—A ti nunca te importó que fuera él el encargado de ello.

Bailando con la fama | Erótica + 18 | Parte 4/4 Completa ✅Donde viven las historias. Descúbrelo ahora