Capítulo 7

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No hay nostalgia peor que añorar lo que nunca jamás sucedió. - Joaquín Sabina.

***

Cerca de la una de la tarde, Jhonny atravesaba el parking del centro comercial con su moto. Los dos se habían despertado tarde e Isabella le había pedido que la acercara a por su coche, pues debía comer con su hermana Emma. Cita a la que posiblemente llegaría tarde. Así que él se había tenido que tragar las ganas de pedirle que se quedase a comer y por qué no, repetir lo de anoche. Estacionó junto al Audi y se quitó el casco mientras que Isabella se bajaba dispuesta a abandonarle una vez más. Ambos se miraron en silencio, sin saber cómo actuar y entonces ella río.

—Pensé que llevabas lentillas —murmuró para romper el hielo.

—Es algo que me suelen decir mucho, sobretodo la familia O'Sullivan —respondió recordando que Emma también lo había mencionado —. ¿Cuándo volveré a verte? —preguntó sin preámbulos.

—No… no lo sé —dijo encogiéndose levemente de hombros.

Jhonny bufó. Odiaba la situación y odiaba no tener ningún medio con el que contactar con ella.

—¿Y qué se supone que debo hacer? ¿Esperar a que regreses por la academia?

—Aunque no lo creas yo también tengo trabajo… — Él suspiró y apartó la vista unos segundos, los suficientes para que Isabella le cogiese de la mano desprevenido — Escríbeme esta noche. Hablaremos.

—¿Escribirte? —cuestionó con ironía — Si hubiera podido hacerlo no hubiera dejado pasar una maldita semana.

Isabella sonrió. El bailarín no solía andarse con rodeos y eso la gustaba. Finalmente sacó el móvil de su bolso y tras buscarlo en la agenda le hizo una llamada perdida.

—Ya no tienes excusa, Romeo — Jhonny no pudo esconder su estupefacción, hecho que a ella la hizo reír más —. Debo marcharme.

—Después de lo de anoche ¿cómo se supone que debemos despedirnos? Porque si por mí fuera…

—Aquí no —susurró interrumpiendolo —. Esto no deja de ser un sitio público.

Jhonny torció el gesto de inmediato. ¿Qué había de malo en que les vieran juntos? Una única posibilidad surcó su cabeza y era la que su familia le había inculcado desde pequeño. La gran O'Sullivan se avergonzaba de él.

—Entiendo. En la intimidad de mi casa puedo comerte lo que me plazca pero fuera de ella no. Cojonudo.

—No es por ti —quiso aclarar de inmediato.

—¿No es por ti, es por mi? Ya, un clásico del cine. Llegarás tarde a la cita de tu hermana —gruñó visiblemente enfadado mientras volvía a colocarse el casco —. Que pases un excelente día.

Isabella fue a hablar, pero el bailarín dio un par de acelerones a la moto, silenciandola. Finalmente, antes de poner tierra de por medio, se dedicaron una última mirada. Mirada que una vez más, hablaba por sí sola.

Sin saber a dónde ir y cómo matar el tiempo fue hasta la academia para ensayar en una de las salas de baile la coreografía para el Estatal. A fin de cuentas, si fuese un sábado normal tendría que estar en casa de Melanie para llevar a cabo la misma tarea, pero en esta ocasión ella no estaba ya que tenía una comida con la familia de Dorian y para qué negar lo evidente, su piso no servía para ello.

Pasó dos horas allí solo. Una, calentando y bailando "Soda Pop" de Michael Bubble y una más sentado en el suelo frente al enorme espejo que le reflejaba. ¿Por qué la gente no podía verlo como se veía así mismo? ¿Por qué tenían que vivir con la mentalidad retrograda de antaño? Ya no era solo aquellas personas a las que ya no consideraba familia, sino también Isabella. Quién no creía que dudara de su orientación sexual, pero sin duda, quería ocultar lo que quisiera que tuviese con él y eso solamente podía responder al nombre de vergüenza o distinción social.

Bailando con la fama | Erótica + 18 | Parte 4/4 Completa ✅Donde viven las historias. Descúbrelo ahora