Bailando con la fama | Erótica + 18 | Parte 4/4 Completa ✅

Capítulo 22

A veces podemos pasarnos años sin vivir en absoluto, y de pronto toda nuestra vida se concentra en un solo instante. - Oscar Wilde.

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Jhonny estaba finalizando su última clase del día, mientras que su amiga y compañera, Melanie, lo esperaba al otro lado de la puerta ansiosa. Nada más verle había insistido en conocer los detalles de la mañana, pero él se había escaqueado gracias a una pareja de alumnos. Durante la tarde se había encargado de no quedarse solo bajo ningún concepto. Era evidente que ante todo quería evitar aquella conversación, porque a decir verdad, le avergonzaba su condición. No solo se había besuqueado con una mujer comprometida, sino que además, había quedado con ella para follarsela esa misma noche.

Posiblemente estaba actuando mal al dejarse llevar por sus sentimientos, pero permanecer alejado de Isabella, era técnicamente imposible. No cuando ya conocía la verdad. Puede que si hubiera sido un hombre mucho más fuerte e íntegro la hubiera dado a elegir o la hubiera puesto entre la espada y la pared, pero en su lugar se había conformado con el triste puesto de amante, lo que le desagradaba en gran medida.

Al finalizar la clase se dirigió, como cada día, a los aseos que habían hecho y destinado para ellos, donde podían asearse y cambiarse después de cada clase. Evidentemente había dos uno para hombres y otro para mujeres, por lo que era el lugar ideal para huir de la persecución de Melanie. Sin embargo rápidamente se dio cuenta de su error cuando la vio acceder sin ningún tipo de escrúpulos. Abrió su taquilla y la miró, esperando que diera media vuelta y se marchara.

—Por si no te has dado cuenta este es el de hombres.

—Lo sé, pero soy la directora y puedo entrar donde quiera…

Jhonny enarcó la ceja. ¿Hasta dónde estaba dispuesta a llegar para obtener la información? Despreocupadamente se aflojó el pantalón y comenzó a desnudarse frente a ella, lo que la hizo girarse sobresaltada. Inevitablemente rompió a reír y con toalla en mano se introdujo en las duchas.

—¿Sueles despelotarte delante de la gente sin más? —preguntó colorada como un tomate.

—Mel, eres tú la que está donde no debe, no yo —afirmó mientras abría el grifo para ducharse.

—Tienes suerte de que no sea Kiara.

—Lo sé, ella se hubiera asomado para descubrir mi gran secreto.

—¡Oh, por Dios! —exclamó provocando una sonora carcajada en el bailarín — Vale, duchate, yo te escucho desde mi posición.

Jhonny suspiró, estaba claro que Melanie hoy no pensaba marcharse sin obtener lo que quería.

—No hay mucho que contar.

—Prefiero que me digas que no estás preparado para contármelo a que me mientas. ¿Te ha dicho que te quiere? —insistió con emoción.

—¿Y tú por qué sabes que me quiere?

—Facil. Hay miradas que hablan por sí mismas y el otro día la suya era un libro abierto.

—Enzo tiene razón, eres una bruja —murmuró asomando la cabeza por un lateral, lo que provocó que ella se cubriera la cara con las manos por si el bailarín se atrevía a salir al descubierto —. Todo es mucho más complejo que eso, pero sí, para tu tranquilidad te diré que Isabella me ha dicho que me quiere.

—¿Y tú? ¿Se lo has dicho también?

Jhonny calló. Recordaba a la mujer confesándole su amor, pero él estaba tan nervioso que había olvidado decirle lo importante que era para él en su vida. Chasqueó la lengua con evidente fastidio y Melanie ante su silencio prosiguió el interrogatorio.