Capítulo 13 - Parte 1/2

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Ayudar al que lo necesita no sólo es parte del deber, sino de la felicidad. - José Martí.

***

Jhonny iba en el coche junto a Dorian. Habían pasado tres días en Chicago, tres días sumamente duros en los que él se había hecho un esguince que le había impedido participar en la competición. Lo había intentado, de hecho, el último día había forzado la máquina demasiado, pero poco antes de salir al escenario se quebró. El dolor era inaguantable y la decepción evidente. Aún así, el abogado tomó su relevo, se calzó sus pantalones y se presentó en su lugar. Mel y él quedaron en un cuarto lugar que les supo a gloria, pues la pareja además de arreglar sus desavenencias se había comprometido. Así era, su pequeña Melanie se iba a casar en cuestión de meses y a juzgar por lo que veía, con un buen tipo.

Dorian, que conducía su Jaguar, lo miró por unos instantes. Jhonny parecía abstraído y evidentemente decepcionado por los acontecimientos. Aquel esguince le había llegado en el peor momento y aunque él había intentado mantener su compostura frente a Melanie, era evidente su dolor.

—Otro año será… —exclamó Dorian entrando a la calle donde Jhonny vivía —. Mel no parará hasta conseguirlo y espero que tú tampoco.

—Supongo… —indicó con desgana — Gracias por traerme.

—Gracias a ti por cuidarla siempre.

—Dorian, me importa una mierda lo que hagáis, como disfrutéis del sexo y esas normas estúpidas que os marqueis. Solo te pido encarecidamente que sea la última vez que la vea llorar de esa manera, porque si vuelve a suceder prometo patearte el culo, aún a riesgo de que tú me lo rompas a mi.

Dorian comenzó a reírse mientras que se paraba en doble fila frente al portal del bailarín. Jhonny rápidamente miró a la rubia que esperaba sentada en el bordillo e inevitablemente sonrió. Habían hablado prácticamente todos los días y estaba al tanto de su percance, por lo que había pasado la última media hora sentada en aquel bordillo esperando la llegada del bailarín y esquivando las preguntas intimidatorias de la vecina del bajo.

—Prometo no hacerla llorar y si se diese el caso, prometo dejar que me patees el culo sin piedad.

—Te tomo la palabra rey del pop —bromeó el bailarín haciendo referencia a la canción que había bailado frente al jurado y varios centenares de personas.

Jhonny se apeó del vehículo con cierta dificultad, mientras que Dorian cogía la bolsa de viaje del maletero para instantes después colocarse a su lado y sujetarlo por la cintura. Isabella velozmente se puso en pie, ignorando las ganas que tenía por correr y abrazarlo, porque a pesar de llevar su estúpido disfraz estaba con Dorian, amigo y conocido de la familia. Cerró las manos a ambos lados y desde la distancia espero ansiosa su momento.

—Ya puedo yo —dijo el bailarín quitándole la bolsa al abogado y haciendo malabares para evitar caerse, pues solamente plantaba un único pie en el suelo.

—No insistas, te acompañaré arriba. Tengo órdenes claras de mi prometida.

Dorian miró a la rubia que se mostraba nerviosa y compungida e inevitablemente la reconoció. Eran demasiados años junto a Bryan O'Sullivan y a pesar de que con Isabella no había tenido jamás trato, la conocía a la perfección.

—Está conmigo. Ella me ayudará —aclaró Jhonny de inmediato haciendo un ademán hacia la mujer.

El abogado no quiso indagar. Lo que hiciese Jhonny y mucho menos la hija de O'Sullivan no era de su incumbencia por lo que palmeó con cariño la espalda del bailarín y regresó a su Jaguar. Jhonny miró a la rubia que aún se parapetaba en aquellas enormes gafas de sol y la vio correr hacia él. Inmediatamente le abrazó lo que hizo que perdiese nuevamente el equilibrio y tuviera que apoyarse en la mujer que no dejaba de apretarlo con todas sus fuerzas.

Bailando con la fama | Erótica + 18 | Parte 4/4 Completa ✅Donde viven las historias. Descúbrelo ahora