10

183 24 1
                                    

Taemin cerró la puerta de su dormitorio y lentamente se acercó a su cama. Dejándose caer sobre ella, miró sus elegantes botas Saint Laurent, pero se sentía como un estúpido, iluso de dieciséis años, de nuevo.

Cuando tenía dieciséis, había tenido un enamoramiento enorme con el capitán del equipo de fútbol de la escuela, Shim Changmin. Dios, esto era tan cliché: el raro, geek marica local, suspirando por el chico más popular de la escuela, que era recto como una flecha en lo que concernía a todos. Shim Changmin no había sido recto como una flecha... al menos era lo suficientemente gay como para permitir que Taemin lo chupe cuando no lo estaba llamando maricón en los pasillos de la escuela. Changmin nunca le había correspondido, no lo tocó, porque, según él, no era puto. Changmin nunca lo había besado, pero el Taemin de dieciséis años era lo suficientemente ingenuo e iluso como para pensar que Changmin estaba sólo negando sus sentimientos... él no dejaría que Taemin chupara su polla si no tuviera sentimientos genuinos por él. Fue mucho más tarde que Taemin se había dado cuenta de que lo que él y Changmin tenían ni siquiera era sexo; era una devoción incondicional, unilateral. Cuando Taemin le dijo a Changmin que estaba enamorado de él y quería más de su relación, Changmin se rio en su cara y dijo:

—¿Qué relación?

Habían pasado años, pero Taemin todavía recordaba la inflexión en la voz de Changmin y la burla en su cara, cuando se lo había dicho. Y como si no hubiera sido suficiente para Changmin pisotear el corazón de Taemin, él y sus amigos, literalmente, patearon sus sentimientos fuera de él más tarde ese día. Changmin rio mientras sus amigos lo usaban como saco de boxeo.

Después de eso, Taemin había hecho todo lo posible para permanecer lejos de Shim Changmin, pero este no lo dejaría en paz. Casi un año más tarde, Changmin fue el que atrapó a Taemin dándole una mamada a su primer novio, JongIn. Changmin tomó una foto de ellos, y el resto, como dicen, es historia. JongIn, que no había estado fuera, fue obligado a salir del armario y condenado al ostracismo por su propia familia. Un mes más tarde, de pie justo frente a la tumba de JongIn y sintiendo las miradas de juicio de la gente sobre él, Taemin se prometió a sí mismo: nunca otra vez. Ya no se involucraría con tipos que intimidaban a otros para ocultar su propia sexualidad. Los tipos como Changmin nunca cambiaban. Eran del tipo de casarse jóvenes, producir dos-puntocinco niños, y joderse a algún maricón ingenuo a un costado antes de regresar con su esposa perfecta. Nunca otra vez.

Y ahora, casi diez años más tarde, Taemin se sentía enfermo del estómago, ardiendo de vergüenza, porque era Shim Changmin una vez más, ¿verdad? Aparentemente, seguía siendo tan estúpido y débil como lo había sido en aquel entonces.

Jesús, ¿cómo pudo hacerlo? ¿Cómo pudo ir en contra de sus propios principios y dejar que otro homofóbico, imbécil en el armario lo follara? En Moscú no había tenido vergüenza, porque sentía que estaba enseñando al burro homofóbico una lección. Lo que había estado haciendo en los últimos días -burlándose de Minho y provocándolo- estaba peligrosamente cerca del flirteo. Lo que había pasado en el club no fue una lección. Sólo había estado ausente, con ganas de rascarse la picazón y follar, profundo y duro.

Minho lo había llamado una puta. Minho tenía razón.

Incluso ahora, solamente pensando en ello y recordando lo que había sentido causaba que la polla de Taemin temblara, con vergonzosa excitación bañándolo una vez más.

Idiota. Era un idiota. Ya no era el adolescente impopular de aspecto raro y pálido como la muerte. Tenía decenas de hombres y mujeres compitiendo por su atención. Y, sin embargo, tenía que ir y ser jodido por un hombre que estaba completamente desacomplejado sobre su homofobia.

Algo suave rozó contra su tobillo. Taemin miró hacia abajo

—Soy un desastre, ¿verdad? —dijo, recogiendo a su gata y acunándola contra su pecho. Se dejó caer sobre el colchón y comenzó a acariciarla, tratando de vaciar su mente de todo pensamiento.

Stone HeartDonde viven las historias. Descúbrelo ahora