Esto no era una cita. Esto no era una cita. Esto no era una cita.
Tal vez si Taemin se repitiera esto con bastante frecuencia, las mariposas en su estómago finalmente se marcharían.
Esto no era una cita. Ellos estaban pasando el rato como amigos. Él y Minho eran amigos. Esa era la única cosa que ellos podrían ser. No debía –no debería- complicarlo.
El mes pasado ya había sido lo suficientemente raro como era. Había estado plagado de "qué pasaría si", sintiéndose fuera de equilibrio y frustrado consigo mismo. Incluso pasar la Navidad con su familia no lo había estabilizado. Afortunadamente, sus padres parecían ajenos.
Pero Sunny no había sido tan fácil de engañar. Se había dado cuenta de su estado de ánimo inmediatamente después de su llegada, arrinconándolo en su habitación y obligándolo a derramar todo.
Le había contado todo.
Después que Taemin terminó de hablar, su hermana no rodó sus ojos o dijo "te lo dije". En cambio, ella lo miró con cierta tristeza y dijo:
—¿Recuerdas la Navidad que pasamos en casa de tía Taeyeon?
Taemin frunció el ceño.
—¿Vagamente? Yo tenía once o doce años, creo.
Sunny asintió.
—Tía Taeyeon hizo que todos los niños pidieran un deseo de Navidad y lo escribieran en una hoja de papel. Tía Tiffany se suponía que era tu Santa Secreto, pero terminó pidiéndote hacer otro deseo. ¿Recuerdas cuál fue tu deseo original?
Taemin buscó en su memoria, pero estaba en blanco.
—Nope.
Su hermana sonrió, un poco divertida y muy triste.
—Querías un amor épico —Ella se rio en silencio—. Recuerdo burlarme de ti por ser tan niñita —Ella lo miró a los ojos—. Me gustaría que nunca hubieras conocido a Changmin.
Taemin tragó saliva y bajó la mirada hacia sus manos.
—No sé cómo eso es relevante —Cambió de tema y Sunny lo permitió, pero antes que ella dejara su habitación, lo abrazófuerte, de una forma en que no se habían abrazado en años, y dijo en voz baja:
—No permitas que un error del pasado o el miedo al futuro arruine tu vida. No lo dejes ganar —Y entonces ella se había ido, dejando a Taemin con más preguntas y dudas.
Las cosas habían sido raras incluso en el trabajo. Se había acostumbrado a esconderse cada vez que se cruzaba con Jaehyun. El hombre no pareció entender por qué no podían conectar de nuevo, y Taemin no sabía cómo explicar lo que no entendía él mismo. Era un hombre joven, soltero, que amaba el sexo. No había ninguna razón para no tener sexo con Jaehyun ... o con alguien más. Entonces, ¿por qué infiernos no podía decirle que sí a Jaehyun?
Porque se sentía tomado.
Era ridículo, esto estaba mal, existía únicamente en su cabeza, pero se sentía tomado. Si cerraba los ojos, casi podía sentir las manos de Minho en sus caderas, la boca de Minho en el interior de sus muslos, chupando una mordida de amor en su piel, marcándolo, su toque íntimo y exclusivo. Quería ser de Minho ... él, que siempre había rodado sus ojos ante el comportamiento posesivo y machista de mierda.
Era ridículo. No era de Minho, y Minho no era de él. La única cosa que ellos podrían tener era una amistad.
Taemin lo repitió para sí mismo como un mantra cuando Minho los llevó al Stamford Bridge. Él y Minho en un espacio cerrado resultó ser una mala, mala idea. Taemin se encontró chismorreando como un adolescente nervioso, tratando de no mirar a Minho demasiado. Si alguien le preguntara de lo que estaban hablando, él no tendría ni idea.