Notas del autor:
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Estire mi brazo y tome la mano de Itachi, sentí un derrame de felicidad que me baño de pies a cabeza, el contacto con las yemas de sus dedos era el regalo más grande que me pudieran dar en ese instante. Olvide todas las interrogantes que abordaba mi cabeza y mi mente quedó en blanco. Mis fuerzas se drenaron inmediatamente que di un paso para acercarme a él, mis rodillas flaquearon, me había excedido, la adrenalina se esfumo y mis diez minutos de gloria se convertirían en días de flaqueza. Con la sagacidad de un felino el Uchiha deslizo una de sus manos por mi cintura y me pego a su lado.
—Tú no estás en condiciones ahora —me advirtió.
Yo únicamente me le quede viendo, y en eso una pregunta llego a mi cabeza.
—¿A dónde vamos? —En ese segundo no me intereso los motivos que asediaban al Uchiha para mantenerme a salvo, si estando con él mi aldea estaría segura, entonces volvería a ser secuestrada.
—Al país del trueno —dijo y luego echo a correr conmigo apoyada a su cuerpo.
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Iba caminando mientras escuchaba el crujir de la madera al momento que las olas chocaban con los pilares que sostenían el Gran Puente Naruto en el Paín de las Olas, la niebla era tan espesa que no podía ver nada más allá de mi nariz. Sabía que no podía perderme, únicamente necesitaba caminar hacia adelante y llegaría a algún lugar. Llevaba andando un par de minutos que me resultaban horas, el albino vaho causaba el mismo resultado de cerrar los ojos y avanzar a ciegas.
En un momento escuche el rechinar de la madera, el mismo sonido que producía cuando yo daba un paso. Miré hacia atrás y no vi nada, luego adelante para obtener el mismo resultado, de nuevo el sonido, esta vez más cerca y más cerca, hasta que sentí la presencia de alguien a mi espalda.
—Sakura-chan —me gire.
—Naruto —dije estupefacta.
Entonces de nuevo estaba soñando, cavile para mí misma.
Naruto lucia como el Naruto actual, un hombre joven y con mucha más madures desde la vez que este puente fue erigido.
—¿Naruto, qué haces aquí?
—Vengo a buscarte, quiero que vuelvas a la aldea, estoy muy preocupado.
Estaba segura que este Naruto era obra de mi imaginación, seguramente una parte de mi inconsciente recreaba en el sueño a mi mejor amigo para que recapacitara y volviera. Mientras estaba consciente yo me imaginaba escenas de Naruto preocupado, a la espera de saber algo de mí, y lo más probable era que él estuviera desesperado. Porque si fuera Naruto el extraviado, yo no podría dormir.
—Naruto —iba a agregar algo pero uní los labios y espere un momento antes de hablar.
—¿Qué sucede Sakura-chan? Todos en la aldea estamos muy alarmados, envié un escuadrón ANBU a buscarte.
Yo contaba con el conocimiento de los ANBU, por ello el que Naruto dijera eso. Después de todo era parte de mi imaginación y comprensión.
—Lo siento Naruto, por la seguridad de la aldea no puedo ir.
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Me decido...por ti
RomansaSakura Haruno que a sus veinte años de edad, es la segunda al mando en la villa de Konoha, después de Naruto, el Hokage. En una misión de rango S, Sakura es secuestrada junto a Sai por nada menos que Itachi Uchiha, a partir de ese punto, el Akatsuk...