Capítulo 27: Tempestuoso Dios del valor

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Itachi Uchiha

Me encontraba en territorio del fuego, la vegetación abunda, los árboles se esparcen por doquier. Yo comencé a saltar entre las ramas conocía el terreno perfectamente. Mi tiempo en el escuadrón ANBU me volvió un veterano en expedición, un ninja de otra aldea podría terminar perdido o en su defecto activar una de los cientos de trampas que Konoha colocaba para advertir la presencia de enemigos.

Pronto estaría en la villa, estaba seguro que lograría interceptar a Pain a tiempo. Mi plan era desde un comienzo acabar con Kisame cuando encontráramos al Hachibi. Me alearía con el Bijū para matar al tiburón. Luego volvería a Konoha, conocía muy bien una ruta. Pain no atacaría de inmediato, debía prepararse y esquivar cada trampa antes de comenzar su ataque, eso le tomaría tiempo.

En mi avance un kunai con un pergamino explosivo voló frente a mí y exploto al instante. Yo lo esquivé saltando hacia atrás. Termine parado en el tronco recto de un gran árbol, active mi sharingan buscando al culpable, pero entonces cinco kunai más arremetieron contra mí. La explosión demolió el árbol. Por detrás alguien me corto en dos, o eso fue lo que pensó, porque mi cuerpo se transfiguro en decenas de cuervos. Use un jutsu de sustitución. Mi plan era usarme de carnada y revelar la ubicación del enemigo ¿o debía decir enemigos?

Desde la copa de un árbol observe cuatro personas, eran mi tonto hermanito y sus tres esbirros. Afile mi mirada porque esto no era lo que esperaba. Ciertamente Tobi dispuso de este encuentro. Mi ansiedad por ir a la villa me distraía, tuve que inhalar y exhalar un par de veces para concentrarme en esta pelea.

Tiempo atrás agradecería enfrentarme a mi hermano aquí, pero ahora con ella en mi vida todo ha cambiado. No soportaría verla devastada por nuestras muertes. Mi plan se basaba en matar a Sasuke, Tobi y luego morir por mi enfermedad, sin embargo, heme aquí, dudando en hacer tal cosa, porque mi vida ya no era mía, sino de ella, y matar a alguien que Sakura considera importante no puede ser ejecutado con mis manos aun si se trata de mi propia vida.

Cerré mis ojos un instante y cavilé decenas de posibilidades. Cuando abrí la mirada mi Mangekyō sharingan se dibujaba en mis pupilas. El hombre de cabello albino y sonrisa de cuña que me ataco por la espalda dudo un segundo. Sasuke se enfureció y ataco con un Raiton, escuché la palabra Chidori y supe que Hatake Kakashi concibió un sucesor para conservar tal mortal técnica.

Yo ataque con un Gōkakyū no Jutsu (Gran bola de fuego) y Sasuke hizo lo mismo. El más grande de los tres esbirros se transformó y reconocí el sello maldito de Orochimaru en él. Debía encárgame de estos tres si quería enfrentarme a Sasuke. Cuando el más grande me atacó instantáneamente el de cabello albino le sucedió.

Yo atrape con mis manos el puñetazo del primero y usando su fuerza destructora salte hacia arriba sin desunir mi mano con su puño, para esquivar el ataque del espadachín. Entonces aprovechando mi posición me impulsé hacia abajo y le di una patada al grandulón enterrándolo en el suelo, luego tomé al espadachín por el cuello, pero su cuerpo se desvaneció como agua. Era un ninja de Kirigakure sin duda alguna. Exudaba la misma aura que Kisame. Vi en la copa de un árbol a Sasuke y la mujer de cabellos rojos.

Busque al gigante y este estaba limpiándose los escombros y el polvo por el cráter que se formó cuando lo patee en dirección al suelo. Hice un clon de sombra para abordar al que estaba en el suelo y al espadachín que yacía en una copa de árbol no muy lejos. Use mi kunai para enfrentarme a la gran espada, y mis shuriken para atacar al portador del sello maldito. Luego de unos segundos dejé los juegos y a ambos lo sumergí en mi Genjutsu. La mujer les advirtió antes de que yo activara mi jutsu ocular, pero fue demasiado tarde. Bajo mi técnica les golpee tan fuerte que escuche crujir algunos huesos. Ambos aterrizaron a decenas de metros, a lo lejos vi como las aves volaron asustadas por el estruendo de esos dos al caer.

Me decido...por tiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora