Cuándo, Dónde y Cómo el Amor Quiera (Freenbecky Versión)

16. Simples Espectadoras

...Y Freen lo supo, ya no había nada más por decir, sólo queda hacer. Tomo el rostro de Becky y la besó. La besó como si no hubiera otro día para hacerlo, como si de ese beso dependieran millones y millones de vida, como si fuera la última posibilidad de ser feliz.

Becky no se había quedado atrás, apenas sintió el contacto de los labios de Freen con los suyos se entregó al beso como si los labios de Freen escondieron el secreto mejor guardado. Becky supo que ese era el lugar donde quería pasar el resto de su vida, besando a Freen Sarocha Chamkimha.

Cuando algo tan esencial para vivir como el aire, pero que tan poco les importaba a ellas dos en ese momento, fue necesario, se separaron.

-Guauu – fue lo que alcanzó a murmuran Freen apenas abrió sus ojos – eso fue fue...Increíble – la morena buscó los ojos de la castaña, pero los encontró aún cerrados – Bec, Becky ¿abre los ojos por favor? – pidió Freen acariciando sus rostro.

- No quiero abrirlos – dijo simplemente la castaña.

Freen sonrió -Becky, vamos, abre los ojos – insistió y volvió a acariciar el rostro de la deportista.

-No, si los abro me voy a despertar del sueño y seguramente te has ido o alguien viene a interrumpirnos o aparece tu novia...

- Exnovia – corrigió Freen siguiéndole el juego.

-Bueno o aparece tu exnovia o te enojas conmigo por algo. Así que pienso quedarme con los ojos bien cerrados para seguir soñándote – Finalizó Becky y apretó aún más sus ojos.

Freen se acercó despacio a su boca y agarró entre sus dientes el labio inferior de Becky, mordiéndolo un poco.

-Auchhhhh. Eso dolió – se quejó un poco en broma la castaña.

- ¿Te dolió? – pregunta Freen, Becky asiente aun con los ojos cerrados - ¿ves? Es como si te hubiera pellizcado. No es un sueño. Tú y yo estamos acá, en mi terraza. Solas – murmuró la morena –Así que, ¿me quiere hacer el favor Señorita de dejarme ver sus hermosos ojos que tanto me gustan? – Freen alzó sus manos y suavemente acarició cada párpado de la morena.

Y así fue, Becky obedeció, abrió sus ojos y se encontró con un par de ojos verdes mirándola intensamente

– Eres tú – dijo Becky – eres real – afirmaba mientras con sus mano derecha iba recorriendo el rostro de la fotógrafa que sólo se quedó disfrutando del roce – Ese beso fue el más perfecto de mi vida – Freen sonrió – es más si hubiera un concurso de besos lo tendrían que descalificar por ser demasiado perfecto – esta vez las dos sonrieron.

-Bec –Freen– dijeron las dos al mismo tiempo – Dígame su majestad – dijo la castaña tomándole la mano y besándola.

Freen le dio un pequeño golpe por el apodo a la jugadora y tardo en hablar – Bec yo, yo pensé que te habías ido con la modelo hueca y...

La castaña sacudió la cabeza – no me fui a ningún lado, es decir, si me fui, pero no me fui con ella ni con nadie. Me fui a caminar, quería pensar y bueno cuando llegué al auto vi esto – fue hasta el sillón y agarró paquete muy bien envuelto - y no quería dejar de dártelo.

La morena tomó el paquete y volvió a mirar a Becky – no deberías haberlo hecho – le dijo

- ¿Qué cosa? ¿Volver o el regalo? – preguntó bromeando la castaña, sabía que Freen se refería al regalo

- El regalo listilla. No tenías por qué regalarme nada - decía mientras abría el paquete – Además... ¡Dios mío!... Becky... esto es, es... hermoso – Freen sostenía sobre sus manos una cadena de plata con un dije de rubí – y muy, muy caro... no puedo aceptarlo. – lo puso de nuevo en la fina caja que venía y lo alejó de ella.