Cuándo, Dónde y Cómo el Amor Quiera (Freenbecky Versión)

85. Las tardes de chusmas

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Se viene le Final...

Casa Armstrong Chankimha– Una semana después de la noticia del embarazo.

- ¿Heidi? – Freen estaba en su escritorio revisando el contrato que le había enviado L'Oreal Paris para que liderara el equipo artístico en la campaña de ese año, cuando los golpes desesperados en la puerta la despabilaron. Sus hijas mayores habían salido a comprarse ropa para la cita de la noche que tenían todas ellas con sus respectivas parejas. El solo hecho de recordar como Becky se paró en la puerta para evitar que sus "pequeños animalitos" – según la castaña - salieran a comprarse vestidos cortos y maquillajes "pervertidos" – según la castaña – la hicieron reír mientras caminaba rumbo a la puerta. Antes de llegar dio un vistazo al jardín y vio como Becky y Julie jugaban tranquilamente, de hecho, fue el lobito la que con sus caricias y enormes pestañas calmó a su madre y logró que las dejara ir de compras. Bueno Jules y el hecho de que Freen le insinuara que durante la cita de sus hijas podían reestrenar los rincones de la casa por donde la castaña y ella habían dejado sus rastros. Apenas abrió la puerta, vio a Heidi y notó que traía una furia interna mucho mayor de lo normal - ¿Estás bien? – Le preguntó si darse cuenta de que Tommy se le ponía enfrente para preguntarle algo desesperado – Está en el jardín – era obvio que el niño quería saber el paradero de Jules.

Tommy le dio un beso a su tía y salió corriendo en esa dirección en busca de su mini cita para esta noche

Apenas el niño estuvo fuera de vista Freen volvió la mirada hacia su amiga - ¿Vas a abrir tu boca para contarme que te pasa o tengo que emborracharte? – le preguntó impaciente.

- Me pelee con Tina y las niñas – por niñas se refería a Andy y Caroline.

- ¿Qué hiciste ahora? – le preguntó Freen juzgándola de antemano

Heidi frunció el ceño - ¿Por qué piensas que fui yo? Tal vez fueron ellas – dijo enojada

- Porque desde el embarazo de Caroline, tanto tu como la cabeza dura de mis esposa no dejan a las niñas en paz, por poco y no las encierran en una jaula dorada – La morena giró los ojos cuando vio que Heidi ponía la cara de "créeme que ganas no me faltan", la misma que había puesto su esposa cuando Freen le hizo la misma observación – Además...

- ¿Sabes qué? – la frenó la pelinegra – no quiero hablar contigo – le dijo enojada - ¡Ve y únete a mis hijas y mi esposa en su club de "odio a Heidi" – le dio

- De acuerdo... ¿Llevo mi membrecía dorada? – bromeó la fotógrafa obviando la cara que le ponía su amiga

- ¿Te crees muy graciosa cierto? – la abogada no toleraba a su amiga en este momento

Freen sostenía la risa como podía. Estaba esperando a que Heidi huyera para levantar el celular y hablar con Tina.

- ¿Dónde está el bomboncito? – Desde la golpiza a "el amenaza" que la relación de Heidi y Becky se había hecho aún más fuerte.

- En el jardín – le indicó Freen

Heidi hizo el gesto para irse, pero la morena la frenó del brazo – Espera... - se fue a buscar algo y volvió rápidamente con un sombrero capellina bastante grande de color blanco que en su base tenía una cinta ancha negra, la pelinegra la miró sospechosa – Vas a necesitar esto para "la tarde de chusmas" – le indicó dándole el sombrero – Ahora puedes irte – le dijo empujándola suavemente

El ceño fruncido de Heidi llevaba largo tiempo en su rostro, su amiga preocupada por el sol no era algo de todos los días y además Heidi nunca se pondría un sombrero tan horroroso. Miró a Freen nuevamente con ganas de protestar, pero decidió seguirle la corriente e irse con el estúpido sombrero en sus manos al jardín.