Cuándo, Dónde y Cómo el Amor Quiera (Freenbecky Versión)

28. Las Dueñas

Estudio de Freen – Lunes a la tarde

- ¿Se puede saber dónde vas tan apurada? – Apenas Heidi llegaba al trabajo de su amiga se topaba con Freen que al parecer iba de salida – No me digas que estás escapando del bomboncito de nuevo... ¿Acaso te persiguió hasta acá? ¿Quieres que te de una mano? Porque por más insaciable que sea no creo que puedo con dos ex cheerios juntas - la abogada ya tenía los colmillos puestos.

Freen se frenó de golpe al mismo tiempo que giraba los ojos ante lo que estaba diciendo su amiga.

– Primero que jamás compartiría a Becky, segundo no se te ocurra desafiarla porque te aseguró que pierdes otra apuesta y tercero no, no estoy escapando de ella, es sólo que me llamó Mon que necesita verme urgente en el bar de Jess – le comunicó a su amiga y empezó a caminar hacia la salida de vuelta.

- Para un poco morena hueca, y déjame ir contigo que necesito que hablemos de los contratos de Victoria Secret, o acaso te olvidas de que necesito tenerlos listos antes de la primera sesión del sábado – le advirtió.

- Pues apúrate entonces pelinegra idiota, lo hablamos en el auto – la morena quería llegar al bar lo antes posible. Estaba preocupada, Becky nunca deja sola a su hija.

Bar de Jess

Las dos amigas caminaban las dos cuadras que separaban el estacionamiento del bar – ¿Entonces le cumplimos a Nane todos sus caprichos? – preguntaba la abogada repasando los últimos retoques de los contratos.

- Si Heidi. La conozco. Está buscando que yo reaccione, y si hay algo que no pienso hacer es pelear con ella – Freen sabía que su ex no iba a resultar fácil de manejar.

- Espera a que se entere que te estás comiendo al bomboncito – decía sonriendo la pelinegra – Aunque ya lo debe saber, los rumores están por todas partes – ella misma había visto que varias revistan ya especulaban sobre el romance de la jugadora estrella y la diseñadora – A propósito ¿Cuándo piensan anunciarlo? – preguntó curiosa

- No lo sé... no hemos tenido mucho tiempo de hablar – sonrió Freen pícaramente – Esta semana va a ser imposible – la sonrisa se le caía – Becky se va esta noche y probablemente vuelva el sábado...

- El sábado tú tienes la...

- Si, si lo sé Heidi ... la sesión de Victoria Secret – la pelinegra sabía que era algo importante para su carrera – es solo que casi una semana sin mi novia... Puff... va a ser terrible – Freen no quería admitir que iba a ser un gran reto para ella pasar ese tiempo sin Becky, si era posible la quería todo el tiempo al lado de ella.

- ¡Dios mío! Porque me haces esto señor... - Heidi señaló con su cabeza a la puerta del bar donde se encontraba Becky apoyada en la pared usando unos jeans rotos en las rodillas, una remera negra y lentes de sol – Oye tu – llamó la atención de la deportista que no se había dado cuenta de la presencia de las otras dos - ¿Acaso no sabes que los bombones se derriten en el sol? Le preguntó usando un tono no más de reproche que de seducción.

Cuando Becky se percató de quienes venían hacía ella sus ojos tuvieron un solo destino... Freen – Espero que no, sino no voy a poder llevar nunca a mi novia a la playa... Hola Heidi ... ¿puedes cerrar los ojos diez segundos? – pidió amablemente a la abogada.

- Esta bien Armstrong, pero si me vas a tocar te aviso que no respondo de mi – bromeó

- ¡Heidi! – Freen la retó, Becky no iba a tocar a nadie. Solo a ella.

- Es broma, es broma mujer. Está bien... diez segundos desde YA – la abogada cerró sus ojos.

- Hol... - la morena quiso saludar como corresponde a su chica, pero Becky pensaba aprovechar sus diez segundos de otra manera. La castaña la tenía apretada contra una de las paredes de los exteriores del bar y le estaba demostrando con un beso cuanto la extrañaba.