En el Bowling
Iban por el quinto tiro ya y Freen prácticamente estaba barriendo el suelo con cada una de ellas por las siguientes sencillas razones: Tina cada vez que iba a tirar lo hacía haciendo un paso de baile distinto antes de soltar la bola, de más está decir que sus tiros no tenían buen destino. Mon no tenía mucha fuerza ni tampoco práctica, tiraba la bola con dos manos y casi siempre tiraba los palos del medio. El de Becky y Freen era otro tipo de problema. Desde que llegaron al lugar no se habían podido sacar las manos de encima. Becky se sentó y tirando de su mano obligo a Freen a sentarse arriba de ella, no quería espacio entre ellas, Becky necesitaba estar pegada a su novia todo el tiempo, no importaba si no había aire para respirar o si no tenía agua para beber, si tenía a Freen cerca Becky se sentía viva. Esa era una de las razones por la que Heidi iba ganando, la castaña y la morena se paraban lanzaban la bola lo más rápido posible y volvían a su lugar, una arriba de la otra.
- Mami tengo sed – la más pequeña del grupo si necesitaba algo de beber
Freen atinó a moverse de su cómodo lugar, evidentemente Becky en su otra vida debió haber sido mueble, pero su novia la freno – Deja bonita, ya voy yo – le dejó un corto beso a su novia – Vamos bicho bolita – agarró la mano de su niña y ambas se dirigieron a la cantina.
- Voy con ustedes – las siguió Tina.
Freen que venía de hacer su tiro, una chuza nuevamente siguió la mirada de su amiga y llegó exactamente a donde sabía que iba a llegar, a la espalda de Lalisa Manoban
– A veces me canso de ser jodidamente buena en este juego – trató de llamar la atención de la fotógrafa – Freen...Freen... ¡SAROCHA! – Gritó para que la morena volteara a verla – En serio Freen ¿Qué demonios estás esperando para comerte al bomboncito? Juro que cada vez que se tocan sale una onda expansiva capaz de voltear todos los pinos de una sola vez – la pelinegra no se equivocaba en su descripción.
- No sé qué me pasa Freen – necesitaba hablarlo con alguien – No puedo dejar de mirarla, de tocarla, de besarla... Nunca me había pasado nada igual... Necesito... Necesito que... - de repente miró a Mon y luego su amiga.
- ¿Qué? No me mires así Freen... NO, NO, y NO – al parecer Heidi había adivinado las intenciones de Freen.
- Por favor, Heidi. Por esta noche nada más. Por favor – rogaba Freen
- Freen ¿sabes cuánto tiempo llevo sin poder tocar a mi futura esposa?... DIAS... ¿oyes bien?... llevo DIAS. Si Mon se queda con nosotras esta noche Ella y ella me van a hacer ver la estúpida película del pescado ese... Mencho y...
- Nemo – la corrigió la morena
- Bueno ese – aceptó la corrección girando los ojos – Y después van a querer hacer palomitas y así sucesivamente hasta que todo termina en esas dos quedándose dormidas en el sofá y yo tratando de dormirme sola en mi cama y sin haber tenido mi ejercicio nocturno preferido – explicó Heidi pausadamente de manera que su amiga entendiera su necesidad.
- Cuido a Lord T durante una semana – ofreció a modo de intercambio la diseñadora. Las ex cheerios eran su única opción ya que el resto de sus amigos estaba en Ohio.
- Nop – se negó la pelinegra.
- Dos semanas y durante tu luna de miel – La morena subió la oferta – Por favor, Heidi, necesito esta noche a solas con Becky, todavía tengo que contarle lo de anoche... me voy a tener que desnudar ¿entiendes? ¿De verdad quieres que tu sobrina vea a su madre desnuda rogándole a su otra madre que no la deje? ¿Eso quieres Heidi? – Freen apelaba a todo lo que podía.
- ¿Sabes qué día es hoy? – Preguntó retóricamente la abogada- Hoy es sábado. Todos los sábados llaman primero mis padres y luego los de Tina y tengo que aguantar uno por uno sus opiniones acerca de MI boda, acerca de MI vida y la de MI novia, es como si fueran dementores succionando mi alma lentamente Freen ¿entiendes? – la abogada demostraba su fanatismo por Harry Potter - ¿Y sabes que es lo único que me devuelve las ganas de vivir? – la morena ya sabía la respuesta – Exacto – Heidi había adivinado que Freen había adivinado – Tina me premia, por así decirlo, por aguantar a nuestros padres con una maravillosa, inolvidable e inigualable maratón de sexo. Y créeme Freen, por nada del mundo me perdería esa maratón, así tuviera que aguantarme a la vaca imitación de gato esa por ciento cincuenta años más. Un consejo Freen... Tomate una buena ducha fría y empieza a jugar al bowling porque me estoy aburriendo de tanto ganar – le dio unas palmaditas en la espalda a su amiga sin saber que le había dado una buena idea.
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Cuándo, Dónde y Cómo el Amor Quiera (Freenbecky Versión)
FanfictionRebecca Armstrong es una aclamada jugadora de básquet en Londres hasta que es elegida para jugar en la WNBA, con un pasado negro y su fama de mujeriega irrumpe en New york sin saber que un encontronazo con una hermosa chica, mandona e idiota le va a...