~•~ Un TE AMO que no salió como se esperaba. ~•~
~°~ Un par de amigos que vuelven a reencontrarse ~°~
~×~ Ahora debe vivir con la consecuencias de sus actos ~×~
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
SOFÍA
La carcel era fría y los pasillos malditamente largos.
Mi ansiedad de no verlo aumenta con cada giro de las ruedas de mi silla.
[ ¿Será verdad que nos ayudará con esto también? - me pregunta mi otro yo - Ra's Al Ghul si nos ayudará a caminar de nuevo ]
>> Lo hará - contesté - Es un hombre de palabra.
El guardia me dijo que debía esperar a que Oliver saliera detras de una puerta gris. Pero los minutos pasaban y él no salía.
—Disculpe —le dije al guardia que está detrás de mi—. ¿Que ocurre? ¿Porque no sale?
—No debería tardar mucho —contesto arrogante.
Nuevamente conté los minutos y pasaron 6 cuando por fin la maldita puerta se abrió. Dejándome ver a mi esposo. Mi corazón literalmente dejo de latir al verlo completamente golpeado. Caminaba con dificultad e hizo una mueca al sentarse.
—¡Por Dios! —exclamé sin contener mis lágrimas.
—Tranquila estoy bien.
—No, no estás bien, mírate —dije.
—Mejor dime cómo está William, ¿Cómo estás? ¿Cómo está el equipo? —pregunto Oliver cambiando de tema.
—Está bien. Estamos bien... Oliver voy a sacarte de aquí.
—Amor no... no quiero que pidas favores.
—No soy yo quien ha ofrecido la ayuda...
—Amor escúchame —me interrumpe—. Lyla te buscará y te llevará junto con William a un programa de protección.
—Me conoces lo suficiente para saber que no aceptaré la propuesta —comenté con fuerza—. Porque te confieso que me haces tanta falta, para decirme que todo va a estar bien. —intento que mi garganta no se cierre ante mis palabras—. Amor en verdad te necesito fuera de aquí, quiero mantenerte a salvo.
—Yo estoy bien —contesta—. No tienes porque preocuparte.
—Oliver —lo miro a los ojos—. Necesito que por una vez en tu vida seas egoísta. Y que me elijas a mí, que elijas una vida tranquila, sin caos.
Él no responde.
—Se que crees que haces lo correcto al estar aquí. Pero lo correcto es también que estés conmigo. Que estés al lado de tu esposa —coloque una mano frente al vidrio que nos separa y el deja la suya gente a la mía—. Se que prometimos estar en las buenas y en las malas. Y aquí me tienes.
Oliver parece meditarlo.
[ Tienes que darle el mensaje - me grito mi conciencia ]
—Sabes —continúe—. He comenzando a buscar nombres para bebes.
