XI

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Para un chico.
El que alguien más transformó en adulto. 

Toma aire,
Asfixia la memoria,
Trata de recordar la sangra resbalar por tus ropas.

La primavera secó tallos,
El invierno derritió polos,
El verano trajo frío y el otoño roció manjares en el ocre.

El mundo desdeñó su lógica,
Jugó al azar contra la perversidad,
Un movimiento descuidado le arrebató una carta de la mano,
Le quitaron el amor,
Como intercambio fullero la manipulación priorizó en su mazo.

La sonrisa es resputada por sincera,
Arrumaco bienaventurado en su pómulo como muestra de galanteo,
Vistazos disimulados en contemplaciones,
Un deseo oculto en los obsequios sobre su escritorio.

Toma aire,
Sobrepasa la cólera,
Lo que fácil desaparece,
Difícil existe.

Su beso cohibido contrarió las manos rasbaladizas,
Una propuesta impensaba vertió opresión de sus labios.

Rascó las marcas de su cuello,
Entrelazó sus brazos como un candado,
Preguntó si de algo servía rellenar una herida,
Si las cerraduras forzadas algún día recuperarían la dignidad perdida.

¿Cuántos rechazos son suficientes?,
Él codicia la libertad en tantas formas,
Filo de las yemas ajenas rozó el trato impuesto con el deseo de desabrochar sus pensamientos.

Un cuerpo de oro, pero público
Una decisión censurada,
Las voces amables terminan acalladas,
Le prometieron un templo, en cambio, recibió piel destinada a donaciones.

Toma aire,
Bébete el sabor agrio de su encanto,
Cuando la noche atestigüe rencores,
Tus músculos reaccionarán al mango del cuchillo.

La humillación es excusa para desmoronarse,
Pero sólo los sabios sobrellevan la bestia de la venganza,
Se rumoreó tanto de su estupidez que terminó creyéndose un payaso con desmaquillante.

El animal impostor de sus latidos rugió,
Exigió un final a tinta carmesí en la última página de su historia,
Y como él era débil y tonto,
Enterró garras,
Aulló verdades enviadas en el hierro de un utensilio.

Toma aire,
Esconde la venganza en los bolsillos de tu chaqueta;
Si las sirenas te siguen el paso,
Diles que al pecado le entregaste un pecador como pago.

El Llanto de los Perdidos en el InfiernoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora