Capítulo 11 "Ya era hora"

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ABRIL

Subí a mi cuarto a por las cosas y cuando bajé estaba Noa jugando con Jordi.

—¿Estás lista? — dijo poniendo a Noa en el carrito.

—Sí, vamos.

Nos despedimos de mi madre y nos fuimos.

—Gracias por todo lo que estás haciendo, Jordi.

—No me cuesta nada.

Una vez llegamos a la estación, el tren acababa de llegar y nos subimos los tres.

Noa como pudo me dijo algo pero sólo entendí Cloe.

Jordi balbuceo algo pero no logré entenderlo.

—¿Me habías dicho algo?

—No, he pensado en voz alta.

—Ah, vale.

—Voy a llamar a mi hermano para que nos busque.

Y Jordi se levantó para llamar a su hermano y yo me quedé sola con mi hija.

—Pues nada, ya está avisado — dijo al volver.

El trayecto se me hizo más corto que de costumbre y en nada llegamos a Barcelona.

Nos bajamos del tren y Marc estaba esperándonos fuera con el coche.

—Mel está en casa con la niña, cabéis perfectamente. Ah hola, Abril. ¿Cómo estás?

—Marc, te dije que las preguntas las dejaras para luego.

—Es mi amiga y hace mucho que no la veo. Es una pregunta de cortesía.

—Lo que tú digas, vamos a tu casa.

—Tú sabes algo.

—Lo que os vamos a contar ahora. No hagas preguntas.

—Tú y tus misterios — le dijo su hermano.

Miré a Noa que se le escapó una carcajada así que yo me reí también.

En nada llegamos a su casa, era un casoplón la verdad.

—Bonita casa — dije sin saber que decir.

Marc sacó a Noa de la sillita y yo me bajé del coche.

—Sigue a mi hermano, que se ha olvidado de ti — me dijo Jordi.

Tú nunca te vas a olvidar de mí.

—Mel, cariño — dije abrazándola.

—Lo que te echaba de menos.

—Subo a la niña, que está Cloe con su niñera.

—¿Tenéis una niñera?

—Siempre no, hoy sí. Para que no nos molesten las niñas.

—Ya puedes empezar, Abril — dijo Marc sentándose en el sofá.

—Antes de nada, tu calladita Mel. Que te conozco. Déjala hablar — le recordó Jordi.

—No veas lo pesadito que estás.

—Se ha muerto — dije sin dar muchas vueltas.

—Darío — recalcó Jordi.

Yo empecé a llorar al escuchar su nombre.

—Amor — me dijo Mel abrazándome.

—La verdad, Abril.

—Controla a Mel, Marc — conseguí decir entre llantos.

—Abril, ¿quieres que lo cuente yo?

—No, Jordi. Lo tengo que decir yo.

Mi vida sin ti (3) ✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora