ABRIL
—Mamá, tú me conoces pero yo también. Estás rara.
—Que no me pasa nada, hija.
—Estaba hablando conmigo — me dijo Javi al entrar.
—¿Y esa cara?
—Que no cenamos aquí.
—¿Y qué vas a hacer con tu hija?
—Iris se puede quedar sola.
—Si no me quieres decir que pasa, me llevo a Noa ya. Noa, despídete de la abuela.
Mi madre me escondía algo, aunque me dijera que no pasaba nada.
Al salir del portal me llamó Mel y no dudé ni un segundo en contesta.
—¿Cómo estás?
—¿Cómo me han podido ocultar por lo que estaban pasando?
—Para que no te preocupes. Pero ya están bien.
—De Marc lo puedo llegar a entender, pero de ti no. ¿Por qué no me lo has dicho?
—Porque no te podías enterar por mí. ¿Estás enfadada, conmigo?
—No me puedo enfadar contigo, ya lo sabes. Pero me hubiera gustado que me lo dijeras. Aunque no le ibas a llevar la contraria a Jordi. Lo quieres demasiado.
—¿Qué estás diciendo ahora?
—Lo que llevas años callándote.
—A ver Mel. Claro que lo quiero, como a un amigo.
—Eso colaba cuando tenías novio, ya no. Y menos a mí.
—Siento algo por él, pero no sé el que.
—Yo sí lo sé. Lo quieres, es que los dos os hacéis querer sin hacer gran cosa. ¿Tanto te cuesta admitir que lo quieres?
Sí, me cuesta y no sé por qué. Tal vez porque lo que él me hace sentir no lo he sentido ni con Darío. No pasé por esa etapa de quererlo, simplemente me enamoré.
—Mañana hablamos, que voy a hacer la cena.
Llegué a mi casa y no tenía ganas de hacer la cena. Por la hora que era, Noa ya había cenado.
Fui a sacarla del carrito y ya estaba dormida. Así que la llevé a su cuarto y la acosté.
Decidí pedir algo por teléfono para cenar. Y mientras esperaba la cena me volvió a llamar Jordi.
¿Qué pasa ahora?
—¿Pasa algo?
—El domingo es mi cumple, y nos vamos a una casa con piscina tres días mi hermano, Mel y Cloe. ¿Te apuntas con la niña?
—Trabajo.
—Pídete los días libres, si te apetece venir. No es una obligación, sólo te estoy preguntando. Pero he pensado que así Cloe no estaría sola.
—Mañana pido los días y me voy con vosotros.
Voy porque es tú cumpleaños.
—Me paso el viernes en coche a buscarte con la niña. Mi hermano va en su coche.
—¿Dónde es la casa?
—En Alicante.
—Saldríamos el viernes a las doce de la mañana y volveríamos el lunes a las cinco de la tarde. No es lo mismo sin ti. Me hace ilusión que vengas — y me colgó.
Estábamos a miércoles, aún quedaban días, pero mañana pedía los días. Estaba ilusionada, era el cumpleaños de él y lo iba a celebrar junto a mí.
ESTÁS LEYENDO
Mi vida sin ti (3) ✔️
Ficção AdolescenteTercera parte de amor prohibido. Tran la muerte de él, ¿qué harás con tu vida? Buscar lo que te hacía sentir él en otra persona, no es lo mejor, ¿no? Pero sabes que hay alguien esperandote, para apollarte. Quiere lo mejor para ti y estar llorando a...