Mi vida sin ti (3) ✔️

Capítulo 22 "Su cumpleaños"

ABRIL

Me despertó el sonido de mi móvil, era Víctor.

—¿Qué quieres? — le pregunté sin saber nada, seguía dormida.

—¿Cómo que qué quiero? ¿No te acuerdas de que día es hoy?

—El cumpleaños de tu hermano. ¡Mierda! ¡Me he quedado dormida!

—Anda, levanta de la cama que paso por ti en un rato.

Miré a Noa y ya estaba despierta.

Espero que no se haya despertado con el teléfono.

—Buenos días, cariño. ¿Cómo se ha levantado la princesa? — dije llenándola de besos.

Salí de la habitación con Noa y mi madre e Iris ya estaban desayunando. Mi madre se quedó mirándome.

—¡A buenas horas! — me dijo.

—¿Y Javi?

—Trabajando.

—Me había quedado dormida.

—Anda, siéntate que de la niña nos ocupamos nosotras.

Yo me fui a la cocina a prepararme algo y mi madre puso a Noa en la trona.

Me hice un café y unas tostadas, me lo tomé todo y me preparé para que Víctor me recogiera.

Al rato llamaron al timbre, sería Víctor. Me despedí de Iris, mi madre y Noa y me fui al coche de Víctor.

—¿Qué me tienes preparado?

—Lo que te iba a hacer mi hermano. Anda, sube.

Me subí al coche y Víctor me tapó los ojos.

—Te estoy secuestrando — me dijo entre risas.

Lo mismo me dijo Jordi, pero me lo tomé diferente.

Estuvimos un rato en el coche hasta que Víctor frenó.

—Espérame aquí.

—¿Puedo ver?

—Que impaciente eres — me contestó entre risas —. No te muevas de aquí.

Tras un rato en el coche, Víctor vino a buscarme. Estuvimos andando unos minutos y me quitó la venda de los ojos.

Estábamos en mitad de un mirador con vistas a la playa en una zona de picnic.

—Esto es precioso, magnífico. Muchas gracias. ¿Seguro que no es idea tuya?

—No, de mi hermano, pero te mereces todo esto y más. No te mereces que Sandra haya matado a mi hermano, te mereces ser feliz. Y aunque me duela, Jordi te hace feliz.

—¿Por qué te duele?

—¿Hace falta que te lo diga?

—Víctor... Esto ya lo hemos aclarado.

—Me importas muchísimo, yo estoy con Ruth y quiero que tu estés con Jordi.

—¿Acabas de decir lo que creo?

—Sí, eres mi mejor amiga y quiero que seas feliz. No vas a traicionar a nadie por estar con Jordi. Bueno, escribe algo que quieras decirle a mi hermano y lo quemamos.

Te amo más que nunca, te echo mucho de menos. Sé feliz allí donde estés, no me siento traicionada y espero que tú tampoco te sientas así cuando continue con mi vida.

—Toma, Víctor. Quémala.

Tras esta charla intensa comimos algo, recogimos y nos fuimos al coche.

—¿Próxima parada? — le pregunté entre risas.