Mi vida sin ti (3) ✔️

Capítulo 31 "Te quiero"

ABRIL

Me desperté a la vez que él y nos quedamos mirándonos.

—Te quiero — me susurró y me dio un beso en la frente.

—Yo también te quiero — le susurré.

—Vamos a salir que van a sospechar estos dos — me dijo entre risas.

—Creo que ya sospechan algo.

—Vamos a comprobarlo.

Yo me fui a por Noa y Jordi a por Marc.

—¿Seguro que no pasó nada anoche?

—No, no pasó nada.

—Me huele raro.

Una vez despertamos a las niñas nos fuimos a la cocina con los chicos.

—Jordi, dile tú a Mel que pasó anoche que a mí no me cree.

—No paso nada, cuñi.

—Nada, amor. Que no dicen nada ninguno de los dos.

—Porque no ha pasado nada — volví a decir.

—Mel, ¿en serio crees que yo le mentiría a mi hermano?

Espero que sí y no se lo hayas contado.

Terminamos de desayunar y Mel y yo fuimos a arreglar a las niñas.

Mel no me hizo ni una pregunta, parecía que ya le había entrado en la cabeza.

—¿No te pones el bikini? — me preguntó Mel.

—Tú tampoco te lo pones.

—Nos lo ponemos las dos, para tomar el sol.

Las niñas se bañaron con Jordi y Marc, estaban jugando a ver quien mojaba más a quien. De mientras Mel y yo tomábamos el sol.

Escuché a los chicos discutir de algo.

—¡Chicas, las niñas quieren que os bañéis con ellas!

—¿Las niñas o vosotros? — dijo Mel.

—Acercaros y os lo decimos.

Mel y yo nos acercamos al borde de la piscina y segundos después estábamos dentro. Nos habían tirado del brazo.

—Parecéis dos niños chicos — me quejé yo.

—¡Oye! — se quejaron ellos.

Finalmente conseguimos salirnos, sacando a las niñas después.

Nos metimos dentro de la casa a cambiar a las niñas y también nos cambiamos nosotras. Les hicimos la comida a las niñas y las acostamos.

—Nosotros vamos a por unas pizzas.

Entraron a la casa a cambiarse y se fueron. Mel se me quedo mirando.

—¿Qué pasa?

—Jordi te trata igual que Marc a mí, ¿qué pasó anoche?

—Nada, Mel. Ya te lo he dicho.

—¿Pretendes qué te crea con lo raros que estáis?

—Jordi siempre se pone raro conmigo en su cumpleaños. Aquel año hasta me robó un beso.

—Él tiene esa excusa, tú no. ¿Qué te pasa?

—Que me imagino al hermano de Víctor por todos lados.

—Si no has soltado ni una lágrima. No cuela pero voy a hacer como que te creo.

Los chicos llegaron con las pizzas, Marc se acercó a darle un beso a Mel, y Jordi a mí.