Mi vida sin ti (3) ✔️

Capítulo 32 "¿Por mi?

ABRIL

—Explícame eso.

—Ya te dije que aquel año celebré mi cumple gracias a ti, este también. No celebro mi cumpleaños si no estás tú.

—Tienes mucha labia, dime la verdad.

—¿En serio me estás pidiendo la verdad?

—Sí.

—Me acordé de que era mi cumple y pensé en venirme solo contigo. Pero pensé que para ti sería incomodo y avisé a mi hermano y a Mel, Mel me dijo que te invitara a ti también. Cuando te dije que Cloe no estaría sola, era para que vinieras.

—Pensaste que sería incómodo para mí y anoche te dije todo lo que sentía por ti.

—¿Te puedo ser sincero?

—Por favor.

—Creía que lo decías en broma, por eso te robe aquel beso.

—¿Y te has dado cuenta de que te quiero?

—He confirmado lo que yo sentía por ti y me ha quedado claro lo que tu sientes por mí. No me esperaba que me dijeras que me querías.

—Ni que fuera la primera vez que te lo digo — dije entre risas.

—Pensé que todo había quedado en aquel verano.

—Pues no, nunca te olvide. Ni me puse celosa de Bea.

—Lo querías mucho, ¿no?

—Quererlo es poco, lo amaba. Y a día de hoy lo sigo haciendo.

—Llame a tu madre — dije sin más.

—¿A mi madre? ¿Por qué?

—Eso no importa, pero quiere que seas feliz. Y yo quiero hacerte feliz.

—Tú ya me haces feliz.

—Pero no soy el único.

—¿De quién estás celoso ahora?

—De Víctor. Está viviendo en tu casa, estabas con su hermano. Quedas con él a diario.

—Víctor tiene novia, no le gusto y hace días que no lo veo.

—¿Pero a él le gustabas?

—Sí, le gustaba.

—¿Y por qué él te ha podido olvidar y yo no?

—Porque lo que tú sientes no se compara a lo que él sentía.

—¿Sabes lo que siento?

—Exactamente, no. Pero no solo te gusto.

—¿Hoy puedo dormir en el sofá?

—¿Qué te ha dado con el sofá?

—No, que me ha dado contigo. Ni dormir de espaldas me sirve.

—No hacen falta más detalles — dije entre risas.

—Y así mi hermano y Mel van a sospechar menos.

—¿Si te preguntan qué haces en el sofá?

—Les digo que quería, no te voy a dejar como la mala.

—¿Qué hacéis aquí dentro? — nos preguntó Marc al llegar con Mel.

—Le íbamos a dar la cena a las niñas, ¿no?

—¿Por qué estáis tan raros? — nos preguntó Mel.

—Me acaba de pedir perdón por el beso robado.