Acerca de esta historia:
Intentando huir de la persona que te atormentaba, obtienes un nuevo trabajo cerca de la casa de tu tío Nick, este te ofrece quedarte mientras encuentras un lugar independiente.
Ahí te vuelves a encontrar con tu prima Deliah...
"Pero si un día tú me encuentras y ahora piensas diferente, te guardo un poquito de fe para abrir los ojos y verte..."
"(Te guardo - Silvana Estrada)"
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"Qué pena, lo descubriste demasiado pronto"
Ese extraño sentimiento que aparece cuando sabes que hiciste algo irremediable daba vueltas por tu cabeza.
Soñar con ese momento te habría revivido el dolor de aquel golpe, físico y emocional. Ahora más que nunca extrañabas soñar con ese misterioso hombre que solo se dedicaba a pescar y a decirte frases complicadas.
Era curioso como tus sueños relacionados a Springtrap habían desaparecido, quizá por el hecho de haberte distanciado, pero eso no era algo que agradecieras del todo.
Tus brazos comenzaron a rodear tu almohada, imaginando lo reconfortante que sería recibir un abrazo en ese momento, su abrazo y poder desahogarte entre su suave textura, aunque la pregunta que tu mente arrojaba era... '¿Seguiría pensando lo mismo sobre mí si supiera todo?'
Pensar en eso te generaba náuseas, todo había empeorado.
Abriste los ojos, obervando frente a ti esa carta arrugada reposando en tu cama. 'Debería quemarla'
Solo que por ahora, sabías que lo mejor era hacer como si nada.
Bajaste, directo a la cocina, viendo con desagrado tu piso, con manchas de aceite y otras sustancias que no habías logrado quitar desde el incidente con ese otro animatrónico. Tu excusa era algún día buscarías la manera de arreglar aquel desastre.
Te paraste en medio del lugar, observando todo lo que tenías con agobio. Hoy habrían quedado en cocinar algo para Jane y no tenías ni la menor idea de qué hacer. Así que, sin muchos ánimos, comenzaste a sacar ingredientes hasta que alguna idea llegara a tu mente. Tus movimientos eran lentos, casi todo el cuerpo te dolía, era obvio tomando en cuenta la cantidad de atentados que habrías sufrido con anterioridad. 'No cabe duda que soy la protagonista' te reíste de ti misma.
Escuchaste piezas metálicas arrastrarse detrás de ti, y solo con unos segundos de analizar, percibiste que quien controlaba a la amalgama era la 'segunda voz'. A pesar de solo conocer el nombre de 'Freddy' ya te habías acostumbrado a identificar sus presencias.
Volteaste a verle, y aunque no quisieras comenzabas a agarrarle un poco de familiaridad. Le sonreíste levemente, mientras le saludabas con la mano, y el robot sólo asintió con la cabeza.
