Acerca de esta historia:
Intentando huir de la persona que te atormentaba, obtienes un nuevo trabajo cerca de la casa de tu tío Nick, este te ofrece quedarte mientras encuentras un lugar independiente.
Ahí te vuelves a encontrar con tu prima Deliah...
"Me quitaron la vida, me la arrebataron. Terminaron los sueños, aquella ilusión..."
"(Que la vida vale -Natalia Lafourcade )"
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Nunca des nada por sentado, todas las cosas deben cuidarse y valorarse. Recuerda que tarde o temprano, todo va a expirar.
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Observaste a la silueta que se reflejaba en el cristal y lentamente, te diste la vuelta, temiendo que cualquier movimiento brusco causara tu muerte. El sonido de aquella estática intermitente parecía ir y venir, haciendo que tu corazón diera un brinco cada que el sonido se hacía más fuerte.
Al estar completamente de frente a aquella criatura, tu mente despejó la neblina que el miedo te había generado, dándole nombre y forma a quien yacía frente a ti.
"¿Freddy?"
Tus palabras salieron casi como un suspiro, sentías la cabeza helando y ardiendo al mismo tiempo; querías pensar en un plan de escape, pero tu cerebro no parecía ser capaz de generar otra cosa mas que señales para que tu corazón continuara latiendo y no te diera un paro cardiaco de la impresión.
Tus ojos permanecían clavados en los oscuros orbes del otro, en su máscara incapaz de generar algún tipo de expresión. Ahora el sonido de la estática parecía figurar una melodía.
Después un sonido agudo.
Y después...
"¡Ho-o-la cupcak-e-e!"
Soltaste un grito. No esperabas que formulara una respuesta con palabras, y mucho menos esperabas que se te acercara, acorralándote contra la pared.
"Pensé qu-e-e nunca se daría-s-s cuenta de qu-e-e estábamos a-a-quí"
A pesar de los tropiezos de su caja de voz, la amalgama parecía formular sin problemas las oraciones, asombrándote un poco más.
"Suficiente, la estás asustando"
Pero como si no fueran suficientes sorpresas, una voz totalmente distinta surgió de aquel animatrónico. A comparación de la primera, que era aguda y casi maniática, esta segunda daba la impresión de ser como la de un locutor hablando por medio de un megáfono.
"Discúlpalo, Freddy tiende a exaltarse fácilmente" la segunda voz se dirigió educadamente hacia ti, mientras se alejaba, dejándote espacio para respirar "no tenemos intenciones de lastimar... al menos no si pones de tu parte" esa última frase fue entonada con más gravedad que el resto, haciéndote pasar saliva.
