Acerca de esta historia:
Intentando huir de la persona que te atormentaba, obtienes un nuevo trabajo cerca de la casa de tu tío Nick, este te ofrece quedarte mientras encuentras un lugar independiente.
Ahí te vuelves a encontrar con tu prima Deliah...
"Me despedí, pero te mentí, no me quería alejar. Disimulé, me aguanté pero es que ya no puedo más..."
"(Si tú me quisieras - Mon Laferte)"
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¿Qué sería de las plantas en nuestros días soleados sin un poco de agua por nuestros días de tormentas?
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Hacía tiempo que no sentías tu mente tan calmada y serena, de algún modo supiste cuidar tu tranquilidad y bienestar alejándote de lo que te habría hecho descuidarte por tanto tiempo Estabas retomando tu trabajo y tu vida social con ánimos de que se mantuvieran en buen estado.
Realmente la estabas pasando bien.
Terminaste de servir el último plato, pasándoselo Adri, quien te estaba ayudando a servir la mesa. Ambos finalmente tomaron asiento junto con sus dos amigos. Matías se reía a carcajadas de cualquier cosa que Jane le estuviese mostrando en su teléfono.
"Pues... ¡que aprovechen!"
Anunciaste para todos, invitándoles a probar el platillo que habrían preparado ese día.
"Ayyy, si sabes cocinar Mati" se burló la de pelo rubio después de probar un poco y tomando una servilleta del centro de la mesa.
"Claroo, yo les dije que también había estudiado gastronomía" le respondió el, alzando las manos.
Adri y tú solo les miraban divertidos mientras comían por su parte.
Después de unos cuantos bocados, hablaste "Pues yo me voy a servir más" sonreíste, haviendo comido ya la mayoría de tu porción de raviolis.
"Si quieres yo te lo sirvo" Jane se ofreció, levantándose rápidamente para tomar tu plato, pero tú te negaste, agarrándolo primero.
"No, no, tú sigue comiendo, gracias" le respondiste rápidamente, apenada por rechazar el gesto, así que te apartaste en la cocina, tomándote tu tiempo para llenar el plato, mientras escuchabas a lo lejos la plática de tus amigos.
"¡Disimulaaa!" escuchaste a matías hablar en una voz baja, burlándose de alguien más.
"Tú no te metas" ahora la voz de Jane le reprochaba al otro, pero solo hizo que este se carcajeara.
"¡Deja de reírte!" Jane le respondió fastidiada.
Saliste entonces de la cocina "¿Qué pasa?" irrumpiste la plática, ya con tu plato lleno y dispuesta a seguir conversando.
