Acerca de esta historia:
Intentando huir de la persona que te atormentaba, obtienes un nuevo trabajo cerca de la casa de tu tío Nick, este te ofrece quedarte mientras encuentras un lugar independiente.
Ahí te vuelves a encontrar con tu prima Deliah...
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Antes de que te vayas a dormir, piensa en todos los posibles lugares en los que un asesino puede esconderse en tu casa. Tal vez incluso se oculte en tu misma cama.
₍ᐢ..ᐢ₎
El calor de los primeros rayos del sol empezaban a generar malestar en tu cara, haciéndote recobrar tus sentidos y despertar. Tu mente aún estaba en blanco, bostezando mientras hacías lo posible por despejarte.
Entonces comenzaste a recapitular el día anterior. Ya estabas a salvo, estabas en un nuevo lugar y ya no tendrías nada de qué preocuparte, al menos no en un buen rato.
Te separaste de tus sábanas, con un poco de pesar al no sentir más el calor de estas. Buscaste un atuendo para ese día, intentando no demorarte más en salir para saludar a los demás en la casa. Finalmente, antes de abrir la puerta, algo interrumpió tu camino haciéndote tropezar levemente.
Era tu maleta.
Sentiste como una descarga eléctrica pasar por tu cuerpo. 'Debí haber soñado que la buscaba' pensaste para tranquilizarte. Negándote a creer que la persona, o robot, que habrías conocido ayer existiera en realidad.
El recuerdo era vívido, casi podrías recordar a la perfección lo ocurrido. Pero tampoco era difícil creer que era un sueño, a veces tenías unos muy reales, de esos típicos que confundes con memorias, a veces de esos que te avisan de algo.
Sin perder más tiempo, llegaste al comedor. Ahí se encontraban tus familiares. Deliah tenía una cara como de recién levantada, aunque ya estaba vestida. Tu tío Nick, por el contrario, ya estaba arreglado y listo para ir al trabajo.
"Buenos días" te anunciaste alegremente.
"Buenos días" fuiste imitada por los otros dos, casi al mismo tiempo. Nick te invitó a sentarte, en un lugar que ya tenía un plato de comida puesto.
"Me tendrás que disculpar, (t/n), pero tuve que adelantarme a desayunar, se me hace tarde" la voz apresurada del hombre hacía énfasis en lo que decía.
"No hay problema tío, ve con cuidado" le respondiste amablemente, mientras te disponías a empezar a desayunar. El hombre agradeció y se despidió, no sin antes darle un beso en la frente a su hija, para posteriormente retirarse con rapidez de la casa.
Deliah y tu se quedaron en silencio un momento. Ella lucía pensativa, más bien, preocupada. Casi igual que el día anterior durante la cena.
"¿Te levantaron tempraño, Deliah?" le preguntaste con diversión, intentando sacar un tema para hablar con ella. Habías notado que traía el pelo despeinado y la playera puesta al revés de lo rápido que había tenido que pararse a desayunar.
