Acerca de esta historia:
Intentando huir de la persona que te atormentaba, obtienes un nuevo trabajo cerca de la casa de tu tío Nick, este te ofrece quedarte mientras encuentras un lugar independiente.
Ahí te vuelves a encontrar con tu prima Deliah...
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Eras incapaz de identificar si era valentía, o una manera retorcida de autodestrucción; pero de algún modo u otro, siempre terminabas cerca de las personas que podrían acabarte en un segundo. Una extraña forma de simpatizar con el peligro.
Era esa necesidad tuya de correr hacia lo desconocido, hacia lo que más secretos ocultaba.
Pero si algo debe permanecer bajo las sombras de la verdad, probablemente sea porque no deberías estar al tanto de ello.
Aunque eso tú no lo entiendes, ¿verdad (t/n)?.
₍ᐢ..ᐢ₎
Miles de posibilidades en cuanto a la identidad de Springtrap daban vueltas en tu cabeza. Pero cuando por fin parecías darle sentido a alguna, llegabas a un punto donde te faltaban piezas.
No podías hablar simplemente con tus compañeros de trabajo sobre esto sin sonar extraña. Pero sí que había alguien con quien podrías investigar más a fondo.
Harry.
Te apresuraste a salir lo más pronto posible del edificio donde se encontraba la oficina en la que había sido la junta.
Incluso rechazaste la invitación a comer de tus compañeros, diciendo que te estaban esperando en casa. Esa no era la razón de tu prisa, aunque tampoco era mentira; había un animatrónico al cual habías dejado abandonado, pero probablemente para este punto Nick y Deliah ya habrían regresado a casa.
'No creo que importe demasiado si no llego pronto' reflexionaste, al recordar que Springtrap estaría más entusiasmado por ver a su mejor amiga que por esperar a que llegaras.
₍ᐢ..ᐢ₎
Después de un breve camino de regreso al condominio, llegaste a la casa de Harry, intentando no pasar por la casa de tu tío o algún lugar en donde pudieras topártelo.
Después de tocar la puerta, fuiste recibida por una mujer de pelo rubio.
"¡(T/n)! Que gusto de verte" la señora Hurst te daba una sonrisa alegre. No era que se conocieran mucho, pero por la misma razón por la que conocías a sus hijos es que se llevaban bien. Le devolviste el saludo amablemente.
