Acerca de esta historia:
Intentando huir de la persona que te atormentaba, obtienes un nuevo trabajo cerca de la casa de tu tío Nick, este te ofrece quedarte mientras encuentras un lugar independiente.
Ahí te vuelves a encontrar con tu prima Deliah...
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Huir.
Huir es la palabra que definía tu vida.
Te adentrabas tanto en lo que te interesaba, que cuando descubrías esa parte oscura, no tenias más remedio que salir corriendo.
Tal vez por eso te aferrabas tanto a la gente que parecía entenderte. La que también ocultaba tantas cosas como tú.
₍ᐢ..ᐢ₎
"Uno de tus familiares preguntó por ti, le dije que te estabas quedando temporalmente conmigo"
Esa había sido la parte de la conversación con tu tío Nick que llevaba días quitándote el sueño.
Temías de todas las cosas que podrían pasarte, porque sabías que ahora mismo, no eras la persona favorita de tu familia.
Habías hecho un gran trabajo manteniéndote ocupada, o más bien, la vida te había puesto otras cosas de las que preocuparte. Pero al fin la sensación de peligro te había alcanzado nuevamente.
'¿Y si me encuentra?'
Te preguntabas con preocupación, enterrando tus uñas en alguna parte de tu antebrazo sin darte cuenta.
Al menos la persona con la que habría hablado tu tío no había sido una persona tan cercana de la que tanto querías huir.
Te habías esforzado tanto en cortar contacto con todo el mundo, pero por culpa de Nick ahora estabas expuesta. Ni siquiera tus amigos de la infancia sabían que huiste de casa de tu tía, y en tu familia solo se limitaban a decir que habías decidido seguir por tu cuenta, intentando borrarte de cualquier recuerdo familiar después de lo que había pasado.
Habías dejado también casi cualquier contacto por redes por temor a ser rastreada. Solías disfrutar de compartir tu vida y los sitios que visitabas, hacer amigos por internet y publicar tu trabajo. Pero todo había cambiado, te daba miedo que, por algún descuido, tu vida actual fuese rastreada.
₍ᐢ..ᐢ₎
Después de juzgar tu reflejo unos momentos, saliste de tu habitación, intentando poner tu mejor cara y ocultar todas las emociones negativas que estabas sintiendo. No tenías forma de hablarlo con nadie, no había manera de desahogarte sin tener que hablar de más.
Y al parecer hiciste un gran trabajo ocultándote, pues nadie se había percatado de las leves marcas de lágrimas en tus mejillas, ni tus ojos suavemente enrojecidos.
