Acerca de esta historia:
Intentando huir de la persona que te atormentaba, obtienes un nuevo trabajo cerca de la casa de tu tío Nick, este te ofrece quedarte mientras encuentras un lugar independiente.
Ahí te vuelves a encontrar con tu prima Deliah...
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Los días siguientes a la discusión de Nick y Springtrap habrían sido, por demás, tensos.
Nick había decidido que ya no dejaría a Delilah en casa. Ya no quería que su hija conviviera sin su supervisión con su 'mejor amigo' que en realidad a sus ojos era más una amenaza; es más, hasta había arreglado en su trabajo para poder llevarse al pequeño gatito, temiendo que también corriera peligro bajo el cuidado del animatrónico.
Esto sin duda hacía que la ansiedad de Springtrap estuviera presente todo el tiempo, temiendo que su secreto fuera contado contra su voluntad. Jurarías que este era el momento más estresante de su vida —aunque a juzgar de sus circunstancias, probablemente haya pasado por cosas peores—.
A causa de todo esto habías hecho tu mejor esfuerzo por mantenerlo en paz, haciendo todo tipo de cosas para distraerlo, pero hasta Delilah había notado el raro comportamiento de su amigo, como días antes en el desayuno:
"Springtrap, ¿por qué me miras así?" la pequeña adolescente, que apenas terminaba de comer, miró confundida a su mejor amigo. Últimamente se le hacía más difícil convivir con él de forma normal, pues siempre parecía estar sospechando algo.
"¡Solo veo lo adorable que eres!" Le contestó Springtrap, tratando de sonar natural, aunque en realidad había estado observando a su amiga, intentando descifrar de alguna manera si es que ella le ocultaba algo. Pero en el fondo dudaba que Nick hubiese sido tan valiente después de haberlo amenazado de muerte, aunque eso último nadie tenía que saberlo...
"Si tú lo dices..." cedió Delilah, la cual sabía que esa no era la razón. Podría ser una chica bastante inocente para su edad, pero con la suficiente inteligencia para darse cuenta si alguien empezaba a actuar distinto, en este caso, entre sus dos figuras 'paternas' si es que a Springtrap podría considerársele como tal.
"Dels, hora de irnos" anunció entonces el padre de la niña, ya no tan niña; generando en Springtrap una sensación de desesperación y molestia, otra vez se le había acabado el tiempo con su querida Delilah.
Y así era la rutina de los últimos días. Parecía que todo el tiempo se la pasaba pegado a la puerta esperando que regresaran, sentías como si tu presencia no fuera suficiente para el animatrónico. Eso en particular era algo que te hacía sentir una molestia extraña, a la cual no terminabas de dar nombre.
'¿hará lo mismo cada vez que me voy?'.
₍ᐢ..ᐢ₎
Además de estar cuidando a tu amigo con crisis existenciales, la carga de trabajo había estado horrible. Llevabas unos cuantos días durmiendo no más de una hora debido a la inmensidad de pendientes que te habían llegado.
