Acerca de esta historia:
Intentando huir de la persona que te atormentaba, obtienes un nuevo trabajo cerca de la casa de tu tío Nick, este te ofrece quedarte mientras encuentras un lugar independiente.
Ahí te vuelves a encontrar con tu prima Deliah...
"Sé que eres tu en esta y mil realidades. Eres cause de luz, río de casualidades..."
"(Es verdad - Daniel, me está matando)"
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'Todo está bien, ¿pero cuánto me va a durar?'
Aún después de asegurar que estabas bien, Springtrap insistió en quedarse en tu habitación, pero en el suelo. No discutiste demasiado al respecto, porque pensaste 'Sería demasiado raro pedirle que se quede a mi lado, ¿no?' así que el en el piso te dio la espalda y tú le diste la tuya en la cama.
Aunque discretamente volteaste a verle.
Tus párpados pesaban, pero no podías dormir. No había razón aparente, solo estabas demasiado alerta, tu estado natural desde hace tiempo ya
Encendiste tu teléfono, con el mensaje sin leer aún en la pantalla. No había necesidad de responder, él vendría de todos modos. Suspiraste largamente y cerraste los ojos. Un par de segundos después, los abriste.
'¿Ahora estoy soñando?'
La habitación a tu alrededor se sentía distinta, como si una luz púrpura iluminara desde alguna parte desconocida. Regresaste la mirada hacia donde estaba Springtrap, pero en su lugar, la figura de una persona se encontraba reemplazándolo. Solo podías verle la espalda, incapaz de reconocer alguna facción.
Una carcajada te hizo sobresaltar en tu lugar. Giraste con rapidez tu cabeza hasta que divisaste al otro lado a Springtrap, aunque casi de inmediato te diste cuenta que tampoco era tu Springtrap.
Lucía desgastado y parecía estar cubierto de sangre. En definitiva más imponente.
Te levantaste y retrocediste a pesar de que él no tenía intenciones de acercarse. Detuviste tus pasos al chocar con el hombre en el suelo, bajaste la mirada y ahogaste un grito al verle ahora de frente. Tenía el torso abierto y sin rastro de órganos en él.
Entonces le reconociste levemente de un sueño anterior, en el que habías terminado igual que el gracias a esa 'pina' mecánica.
"¿Por qué le hiciste esto?" preguntaste sin pensar siquiera en el sentido del sueño. El animatrónico te respondió, con una voz completamente diferente a la que conocías.
"Era un obstáculo, al igual que tú"
El cuarto se empezó a oscurecer, y tu visión comenzó a sentirse borrosa, mientras el otro acercaba, extendiendo una de sus manos filosas hacia ti.
